“Hoy es un gran día para todos aquellos pacientes que padecen un enorme sufrimiento, y que desde hace años venían reclamando una ley que ampare su decisión de poner fin a su vida. Ahora, ya pueden disponer de esa herramienta
legal y garantista”. Es la valoración que hace la diputada socialista y exministra de Sanidad,
María Luisa Carcedo, tras
conseguir el ‘sí’ mayoritario del Congreso de los Diputados, que ha roto en aplausos este jueves, tras
validar la proposición de ley orgánica de regulación de la eutanasia. Los únicos votos en contra que ha recibido esta ley son los del PP y Vox.
El Congreso rompe a aplaudir, tras la aprobación de la ley de eutanasia.
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Carcedo atiende a
Redacción Médica minutos antes de que diera comienzo el debate en el pleno de la Cámara Baja, y explica que
la ley que se aprueba hoy es “garantista” y “pone al médico, y al equipo sanitario que le acompaña,
como principales protagonistas de la toma de decisiones”. Ahora le ley pasa al Senado donde, previsiblemente, volverá a ser validada, encauzando su aprobación final.
“El médico, y su equipo, está completamente protegido. La ley regula que puede haber objeción de conciencia y que tiene que haber un registro de objetores. De este modo, la norma también es garantista para el profesional y es garantista para la persona que solicita esa ayuda para morir”, subraya Carcedo, que durante todas las sesiones parlamentarias en las que le ha tocado defender esta ley se ha mostrado muy vehemente en su discurso, sobre todo contra los
ataques provenientes de la bancada de la derecha.
Defensa de la ley
El último se vivió en la Comisión de Justicia, donde se aprobó el texto final de esta propuesta legislativa. En dicha cita Carcedo lamentó las
“descalificaciones groseras” que emitieron los diputados del PP y Vox, sobre una ley tan “humana”. En dicha Comisión, el texto final de la ley "se modificó bastante", incluyendo “mejoras” que son fruto de "la aportación y el consenso de la mayoría de los grupos del Congreso”, logrando una ley que atesora
“todas las garantías" para los pacientes que “no quieren estar presos de cuerpo”.
La asturiana sí aclara que esta norma en “ningún caso contempla el suicidio asistido ya que este proceso, o bien lo realiza un profesional médico, o bien lo hace la la propia persona,
pero en presencia del equipo sanitario".
Para ella, aprobar esta ley supone “la regulación de un nuevo derecho, que profundiza en la libertad individual de las personas". “Toda ley que suponga avanzar en un estado social y democrático como el nuestro es una buena noticia.
Esta ley se va a incluir en la Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Salud, y permitirá regular el acceso y la equidad a una ley a la que podrá tener acceso toda la ciudadanía”, presume con orgullo la exministra de Sanidad, que ha conseguido, ya no desde el ministerio,
sino desde su asiento como diputada, aprobar una ley que lleva años a la espera de estarlo.
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