“Estoy a favor de que la profesión tuviese más que decir en su propia regulación”. Así ha explicado
Manuel Mariano Vega, secretario general del
Consejo General de la Psicología, el ímpetu de sus declaraciones en el Congreso de Neuropsicología de la
Federación de Asociaciones de Neuropsicología de España (Fanpse), que han generado la petición de su renuncia en una carta firmada por 18 asociaciones de Psicología. Sin embargo, el secretario general asegura que sus palabras fueron sacadas de contexto.
En un comunicado enviado a
Redacción Médica, Vega aclara, en primer lugar, que su participación en el encuentro lo hizo como responsable de la
Comisión Nacional de Acreditaciones Profesionales y no como secretario general. Al margen de este aspecto, ha admitido que “La expresión que usé en la mesa diciendo que el
PIR es un fraude fue desafortunada, porque descontextualizada puede
interpretarse de forma errónea”. En efecto, ha sido uno de los puntos más atacados de sus declaraciones.
En esta línea, ha argumentado que “con esa expresión aludía a la doble frustración que supone para todos los que defendemos la formación especializada que el
número de plazas de formación sea muy limitado, a pesar de la alta demanda de formación existente”. A lo que agrega que “a pesar de las pocas plazas que se convocan, luego no se cubren, resultando que los psicólogos clínicos después de su formación
van abocados al paro”. Por eso indica que, “a mi entender,
no se están cumpliendo ni unos mínimos y ese es el sentido de mi afirmación”.
Para disipar las dudas, Vera recuerda que “mucho antes de que se estableciera el programa PIR,
fui un decidido impulsor y facilitador de la implantación del PIR, tanto en Andalucía como en el Consejo General de la Psicología”. Un esfuerzo que, según ha explicado, le ha permitido “haber colaborado en el
examen de los currícula de los miembros que iban a componer la primera
Comisión Nacional de la Especialidad en Psicología Clínica”, así como “organizar a nivel nacional el proceso de certificación de la actividad profesional en Psicología Clínica para todos aquellos profesionales que quisieron obtener el título de
Especialista en Psicología Clínica por alguna de las disposiciones transitorias que señalaba el
Real Decreto de la Especialidad”.
El secretario general busca zanjar la polémica apuntando que “
sería contradictorio por mi parte ponerme enfrente de un sistema que está creado con mucho sacrificio y que le ha supuesto prestigio a la
Psicología”. No obstante, precisa que “eso no significa que no haya que resaltar
las contradicciones que el sistema entraña y las dificultades que para muchos compañeros nuestros supone trabajar en este campo”.
Respuestas al público
“A preguntas de algún congresista sobre si la
Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias se podía cambiar para introducir a la psicología como sanitaria, respondí que la propia Ley prevé en su preámbulo que podrán incorporarse nuevas profesiones sanitarias, pero que
no parecía haber consenso en el caso de que la Psicología debería ser sanitaria en su conjunto, como tampoco parecía haberlo en que la
Neuropsicología siguiera el modelo que se había seguido con el PIR”, ha explicado el secretario general.
Sin embargo, sus respuestas llevaron a que, en foros de internet, fueran consideradas como
una propuesta de transgredir las leyes. Ante esto, Vera apunta que “soy un ciudadano con un profundo respeto a la legalidad vigente. Eso no es óbice para que intente, por los cauces legales de que disponemos, cambiar aquellas
leyes que considere injustas”. Por eso, aclara que “estoy a favor de que la profesión tuviese más que decir en su propia regulación, como nuestros colegas anglosajones lo hacen”, aún más en el caso de las acreditaciones profesionales.
Acceda a la carta de Manuel Vera
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