El colegio debe ser templo de enseñanza y desarrollo personal, pero, en muchas ocasiones, se torna en origen de múltiples problemas de salud mental. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada diez niños ha sufrido bullying de forma repetida en los últimos meses. El instituto IOInvestigación señala que el 85,3 por ciento de enfermeras escolares cuenta con algún alumno diagnosticado de problemas de salud mental. "El 12 por ciento tiene malestar psicológico, el 16 por ciento, ansiedad; otro 12 por ciento, depresión, y un 4 por ciento se ha intentado suicidar", ha relatado la coordinadora de Psicología Educativa del Consejo General de la Psicología de España (COP), Pilar Calvo, con el último informe Psice en mano. Una serie de datos que hacen que la presencia del
psicólogo educativo tome importancia en las aulas. Una figura que podría plantearse de aquí a unos meses en esferas gubernamentales.
Así lo ha afirmado Calvo, cuyo organismo ya comunicó la propuesta al Ministerio de Educación, que tendría la intención de
pedir la vuelta de los psicólogos a los colegios una vez se aprueben los Presupuestos Generales del Estado. Y es que este profesional formaba parte de los centros educativos hace 15 años, cuando entró en vigor el Real Decreto 1834/2008, que haría desaparecer la especialidad de Psicología y la de Pedagogía y fomentaba la Orientación Educativa como disciplina docente de los cuerpos de catedráticos y profesores de enseñanza secundaria. Esto hizo que se apostase por el orientador, quien, además de paliar el fracaso escolar, se encarga desde entonces de la salud mental del alumnado.
Un puesto de trabajo al que pueden optar graduados en Psicología, pero también en Pedagogía, profesores y otros perfiles universitarios que hayan cursado el Máster de Formación del Profesorado y hayan aprobado la oposición de Orientación Educativa. "En la mayoría de casos, su formación y competencia dista mucho de los psicólogos. No digo que no sean necesarios, pero ante determinados problemas
la respuesta proviene únicamente de los psicólogos, ya que son los únicos con formación en la conducta humana", ha indicado la miembro del COP.
"Ante determinados problemas la respuesta proviene únicamente de los psicólogos", ha apuntado Calvo
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A su vez, la experta también ha destacado que no cualquier psicólogo puede trabajar con menores de edad. Para ello, se plantean distintas alternativas, aunque la que más resuena es
la creación de posgrado en Psicología Educativa, que habilite para el ejercicio de la profesión y que esté dentro del espacio europeo de educación superior. No se descarta la petición de
una especialidad sanitaria para menores de edad, aunque se intuye una solución mucho más complicada. "La cuestión es hallar la fórmula que mejor se entienda y que sea más eficaz", ha señalado Calvo.
Pasos de las comunidades autónomas hacia el psicólogo educativo
Pese a no contar todavía con una respuesta del Gobierno, muchas regiones avanzan hacia la vuelta del psicólogo educativo a los centros públicos, dado el aumento de los problemas de salud mental en las aulas. Es el caso de
Baleares, que ha contratado a 39 profesionales de este ámbito: 30 para Mallorca, tres para Menorca y seis para Ibiza y Formentera. El objetivo del Govern es que en los próximos años todos los centros públicos de primaria y secundaria cuenten con un especialista a jornada completa. Mismo plan que el de
La Rioja, en la que se han incorporado 15 nuevos expertos en el ámbito escolar. También de la
Comunidad Valenciana, que agrega 22 unidades de detección de problemas de salud mental en el alumnado, formadas por 55 psicólogos, cuyas tareas serán intervenir en determinados casos u orientar al cuerpo docente.
Por su parte,
Murcia implanta un programa de bienestar emocional en sus instituciones académicas, en el que participará personal de Psicología. En la misma línea,
Extremadura aplica un programa de promoción de la
salud mental en la ESO, con la posibilidad de consulta por parte de 12 profesionales. Mientras,
Madrid continuará con talleres para mejorar el estado psicológico de los alumnos y la colaboración público-privada para la asistencia, además de crear una unidad especializada que investigará cómo mejorar la salud mental de los estudiantes.
"Son pequeños pasos y hay que buscar medidas más eficaces", ha lamentado Calvo
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En otro orden,
Andalucía ofrece cursos con psicólogos para el cuidado del profesorado. En
Canarias, el Cabildo de Gran Canaria permite la entrada de profesionales externos en las aulas para trabajar la prevención del suicidio. Galicia aplica también programas para evitar conductas autolíticas, a la par que continúa con la formación de YAM helpers, residentes de Psiquiatría, Psicología Clínica y Enfermería de Salud Mental que llevarán a cabo tareas preventivas. "Son pequeños pasos y se dan muy lentamente. Hay que establecer medidas más eficaces", ha puntualizado Calvo.
En el lado contrario, el
País Vasco apuesta por reforzar la figura del orientador, pero no la incorporación directa de psicólogos educativos. Tampoco
Cataluña, donde alegan falta de recursos y profesionales y optan por el plan 'Salut i Escola', a través del cual cada centro cuenta con una
enfermera escolar de referencia.
Ventajas de contar con un psicólogo educativo
La figura del psicólogo especializado en el tratamiento de menores
favorece el diagnóstico precoz de problemas de salud mental para que no se intensifiquen y por ende no acaben en la generación de un trastorno emocional, como puede ser la depresión o la ansiedad. "La clave está en la prevención, que es lo que aportan este tipo de profesionales en los colegios. Son los encargados de que el alumno se adapte de manera correcta a la realidad estudiantil y tenga un desarrollo cognitivo saludable", ha explicado la representante del COP. Asimismo, su presencia en colegios e institutos acelera el inicio de la atención al joven afectado.
Por otro lado, este profesional no solo asiste a los colegiales.
También a las familias y al propio profesorado, al cual aportan información y métodos para acompañar en las aulas, además de preocuparse por su estado de salud. "Muchos docentes padecen de 'burnout' y requieren de apoyo psicológico", ha asegurado Calvo. Según un estudio de Educo Barómetro, el 37 por ciento de los maestros está agotado mental y físicamente y vive su trabajo desde la indiferencia.
La prevención de cualquier afección de tipo mental en el propio colegio
evita que el alumno sea derivado a una consulta hospitalaria, donde sería atendido por un especialista en Psicología Clínica o un Psiquiatría. "Su labor ayudaría a descongestionar el propio Sistema de Salud Nacional (SNS)", ha remarcado Calvo. Precisamente, los organismos colegiales de Psicología denuncian desde hace años la falta de profesionales en su área, lo que deriva en que atiendan a un número elevado de pacientes día tras día.
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