Coincidiendo con la exigencia del
pasaporte covid en varias CCAA y la inminente celebración de las vacaciones y las fiestas navideñas, la campaña de vacunación contra el coronavirus se está reactivando en todos los puntos de España, despertando a los más ‘rezagados’ que aún no habían recibido ninguna de las dos dosis de la vacuna. Tanto es así que, según la ministra de Sanidad,
Carolina Darias, se han administrado 78.000 dosis en la última semana, 13.000 más que en la anterior. Un método, el de la imposición del certificado para reavivar este proceso, que
Timanfaya Hernández, vicedecana del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, cataloga de
"infantil" y que, además,
"únicamente será eficaz en un primer momento".
Así lo asegura la psicóloga a
Redacción Médica, medio en el que sostiene que, con esta imposición, no se está trabajando verdaderamente en la interiorización y en los valores que conlleva el hecho de recibir el suero. “La conducta se realiza de forma obligada,
sin una verdadera conciencia social. A partir de ahí, lo que encontraremos es que siempre habrá gente que se intente saltar la normativa”, continúa Hernández, subrayando que se está
“infantilizando la conducta adulta”.
Estrategias específicas para los no vacunados
Sobre esta controvertida cuestión, la vicedecana insiste en la importancia de no caer en la
premisa “errónea” de pensar que todo el grupo de
no vacunados rechaza el fármaco por los mismos motivos. “Hay personas que no se vacunan por miedo, por motivos culturales, por motivos de salud o, simplemente, por ser antisistemas que van en contra la norma. El hecho de no vacunarse tiene distintas fuentes”, remarca la psicóloga.
“Los que realmente sientan un miedo atroz o sufran una situación de riesgo ante la vacuna por tener unas patologías de base están siendo
castigados injustamente. Realmente esas personas están siendo castigadas y no van a poder acceder a otras situaciones de ocio, mientras que otros sí que no se vacunan porque realmente no quieren, aunque parezca increíble”, detalla.
Para ello, Hernández considera que se deben establecer
“programas específicos de prevención dirigidos a grupos específicos” para lograr esa verdadera concienciación social entre los no vacunados. “Desde la Psicología contamos con conocimiento suficiente para debatir qué estrategias serían más positivas”, defiende.
¿Por qué se inmunizan los no vacunados?
Para la vicedecana del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, después de tantos meses de campaña, el motivo de este notable impulso en la administración de primeras dosis tiene un motivo principal, que no es otro que la libertad: “Uno de los bienes más preciados del ser humano es la libertad. De hecho,
la pena punitiva más sancionadora que hay es la privativa de libertad”, explica.
“Este método ‘castiga’ una conducta, que es la de la no vacunación. Tú eres libre de no vacunarte, pero no vas a tener acceso a las libertades o beneficios que supone tener una mayor conciencia social y de salud pública”, concluye Timanfaya Hernández, que aboga por el establecimiento de estrategias específicas y por
no criminalizar ni castigar a todos los integrantes del grupo de no vacunados.
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