Cuando un compañero de trabajo le dijo a María Echevarría que tenía que hacer una prueba de detección de VIH y de la hepatitis C para ir al dentista, no se lo creyó. Tuvo que ir a su nueva clínica para que le dijesen que, además de tener que extraerse tres dientes y, posiblemente, limarse otros tantos, tenía que certificar que estaba sana.
Echevarría comenzó su tratamiento en iDental en febrero del 2016. Acudió para ponerse una férula de descarga. En octubre de ese mismo año comenzó con la ortodoncia. También le hicieron una extracción.
"Me empezaron a dar falsas ilusiones -para terminar el tratamiento- en diciembre de 2017, pero seguía con la ortodencia", explica. El 8 de mayo tenía una cita regular, pero nunca acudió. La última visita a iDental fue en abril.
Cuando el 18 de de julio acudió a un nuevo dentista vino la sorpresa. "Me tengo que hacer una analítica para descartar sida y hepatitis C. También me dijeron que me tengo que extraer otros tres dientes. Todo esto se tenía que haber visto antes, no a dos años vista. También me dijeron que tengo la boca muy infectada", señala.
Además, es necesario un peritaje para denunciar a la clínica por mala praxis. "Hasta que el perito no me lo mire, a mí no me pueden hacer nada", explica resignada. El camino para que le solucionen todo lo que iDental estropeó aún se vislumbra largo.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.