La
perspectiva de género se ha incorporado a un gran número de disciplinas, pero en el abordaje de la mujer delincuente aún persiste cierta discriminación y desconocimiento. Por ello,
Ismael Loinaz, doctor en Psicología por la Universidad del País Vasco y licenciado en Criminología por la Universidad de Barcelona (UB), ha presentado en el
V Congreso Nacional de Psicología (CNP2021 Virtual) e
International Symposium on Public Health Psychology la ponencia ‘
Abordaje psicológico de la mujer delincuente’. Una charla en la que las trayectorias delictivas de las mujeres delincuentes, vinculadas con hechos traumáticos, han sido el eje central.
“Sabemos que la delincuencia femenina es una cuestión minoritaria, pero, sin embargo, España se ubica, tanto a nivel europeo como mundial, en un
ránking potente de número de mujeres encarceladas. Esto hace necesario tener programas o intervenciones, desde el punto de vista psicológico, que tenga en cuenta unas necesidades concretas desde esa perspectiva de género”, ha explica el psicólogo a
Redacción Médica, que asegura que, en nuestro país,
la cifra de mujeres delincuentes en prisión asciende a 5.000, pero "en la calle hay más”.
Loinaz destaca que, tras las primeras aproximaciones a la temática, él y su equipo confirmaron que la mujer delincuente comparte ciertos aspectos con los hombres, pero que aparece una variable notablemente prevalente: la historia de victimización. Estas experiencias, de distintos tipos y en distintas etapas evolutivas, marcan una trayectoria vital con impacto en la salud mental, el consumo de drogas y la deriva final hacia la delincuencia. “Por ello,
las
experiencias traumáticas a lo largo de la vida y la salud mental merecen
especial atención como ejes de prevención y tratamiento”, subraya el investigador, añadiendo que algunos indicadores de Salud Mental aparecen como posibles
necesidades terapéuticas que deberían incorporarse a la intervención psicológica.
"Si sabemos que muchas mujeres terminan en prisión por esa historia de victimización, con una intervención más temprana toda la historia posterior no hubiera ocurrido"
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Loinaz señala que el punto de partida es descubrir las vulnerabilidades de este colectivo: “Lo ideal sería poder atajar esto. Si sabemos que muchas mujeres terminan en prisión por esa historia de victimización, con una
intervención más temprana toda la historia posterior no hubiera ocurrido”.
El investigador explica que en hombres la historia de victimización también es prevalente, pero que, en el caso de las mujeres, es “abrumador”. “No todas las mujeres con historia de victimización presentan síntomas o traumas, al igual que no todas las mujeres victimizadas terminan en la delincuencia. Pero sabemos que es un factor de vulnerabilidad y que muchas de las que están dentro te explican que, como
sistema de afrontamiento, han desarrollado conductas violentas”, continúa.
Entre los retos del sistema, según el psicólogo, tendremos la detección inicial y evaluación rutinaria de la victimización, abuso de sustancias y estrés postraumático; la incorporación de la victimización y la sintomatología traumática como posibles necesidades de tratamiento; y la implementación de intervenciones basadas en la evidencia y puestas a prueba. “Todas estas iniciativas conllevan un
cambio de planteamiento que ya comienza a darse en contextos penitenciarios españoles y un apoyo desde la investigación para hacer propuestas de evaluación y tratamiento psicológico basadas en la evidencia”, concluye Ismael Loinaz.
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