La
ansiedad y la depresión suponen para el sistema un gasto de 23.000 millones de euros, es decir, el 2,2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Viendo el aumento, y el empeoramiento, de los pacientes con ambos trastornos durante la pandemia del Covid-19, todo apunta a que la cifra irá ascendiendo. Sin embargo, hacen falta solo 28 euros de inversión por paciente con sintomatología leve o moderada para tratarlo.
Y eso en términos económicos. Pero si se hace una comparativa de la efectividad, los hallazgos del estudio '
PsicAP' ('Psicología en Atención Primaria'), promovido por Psicofundación, muestran que
siete sesiones de terapia psicológica en grupos de unos ocho a diez pacientes reducen las puntuaciones en ansiedad y depresión unos siete puntos. Si se trataban con su médico de Atención Primaria y con medicación, se reducía unos dos puntos.
"El 70% de los casos que han recibido entrenamiento psicológico dejan de tener algún trastorno emocional"
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"Además, el 70 por ciento de los casos que han recibido entrenamiento psicológico dejan de tener algún trastrono emocional, mientras que en el grupo de control esto ocurría en un 20 por ciento", explica a
Redacción Médica Antonio Cano, autor principal de este estudio y catedrático de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid.
El objetivo de este trabajo fue determinar si una
terapia psicológica transdiagnóstica más el tratamiento habitual era más eficaz que solo la intervención en pacientes adultos de Atención Primaria. Para ello,
se dividieron a los 1061 pacientes con trastornos ansiedad y depresión entre el grupo experimental, que recibían las siete sesiones de entrenamiento de aprendizaje con un psicólogo clínico, y el grupo de control, que tenía consultas periódicas con el médico de Atención Primaria. Este evaluaba las quejas físicas o psicosociales del paciente y le indicaban el mejor tratamiento según su mejor criterio clínico. En general, estos implicaron la prescripción de ansiolíticos, antidepresivos o hipnóticos y el asesoramiento o apoyo informal. El primer grupo salió mejor parado.
"El tratamiento psicológico viene a costar menos de 28 euros en paciente. Alguno de ellos han llegado a gastar 6.000 o 12.000 euros solo en un año porque, al no encontrar una solución a su problema, siguen yendo al médico casi todas las semanas, visitan otros especialistas y se hace pruebas diagnósticas que a veces pueden ser costosas o invasivas. También
hay muchas bajas por enfermedad de este tipo, lo que ocasiona gastos importantes. Así que
no tiene sentido no aplicar un entrenamiento tan breve, barato y eficaz y seguir aplicando el tratamiento habitual, que apenas reduce síntonas ni remiten los trastornos ni mejoran la calidad de vida", añade Cano.
El objetivo es que las comunidades contraten más psicólogos clínicos
Lejos de ayudar a superar la discapacidad y la disfunción que puede producir estos problemas, Cano cree que estos tratamientos lo que hacen es cronificarlas, de manera que los pacientes acumulan más síntomas, trastornos y discapacidad. Recuerda que la edad media por incapacidad permanente por depresión es de 49 años. Y todo ello supone una
factura de 23.000 millones de euros como consecuencia de no tratar bien estosproblemas. Es decir, el, 2,2 por ciento del PIB.
"Para saber si un tatamiento se puede implentar en el Sistema Nacional de Salud, se dividen los costes de dos tratamientos entre la calidad de vida que mejoran. Así se ve cuánto cuesta mejorar un año de calidad de vida ajustado. El resultado es que si el nuevo tratamiento cuesta menos de 30.000 euros en un año, es implementable. En el caso del 'Psicap' cuesta unos 1.500 euros mejorar esa calidad de vida. En cambio el tratamiento habitual, gastes lo que gastes por él, hay que dividir el precio entre casi cero, por lo que la ratio es superior a 300.0000", calcula el psicólogo.
Algunas comunidades autónomas ya se han quedado con la copla. Según explica Cano, la Comunidad de Madrid ya ha adoptado un protocolo.
Tras ver los resultados preliminares del estudio, contrataron 21 psicólogos clínicos. Lo mismo hizo Navarra. Andalucía, con la que están en contacto, acaba de contaratar a más psicólogos para Atención Primaria.
Con el Ministerio de Sanidad colaboraron para que la figura del psicólogo clínico se incluyera en el 'Marco Estratégico para la Atención Primaria'. Ahora falta que el resto de comunidades autónomas sigan incluyendo esta figura. De momento, ellos siguen difundiendo por qué es necesaria.
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