Científicos de la
Sociedad Química Americana han explorado el poder de natación que tienen los
espermatozoides para utilizarlo para transportar
medicamentos contra
cánceres ginecológicos, según han publicado en la revista
ACS Nano.
En su trabajo, los investigadores inyectaron un medicamento común contra el cáncer, la
doxorrubicina, en células de esperma bovino y las equiparon con diminutos arneses magnéticos. Utilizando un campo magnético, un motor híbrido de esperma fue guiado a un tumor originado en el laboratorio de células de
cáncer de cuello uterino, librando el esperma al llegar.
Posteriormente, el esperma nadó dentro del tumor,
fusionó su membrana con la de una célula cancerosa y la liberó. De esta forma, los espermatozoides cargados de medicamentos mataron a más del 80 por ciento de una bola cancerosa mientras filtraron "muy poco" de su carga útil en el camino.
Se necesita más trabajo para garantizar que el sistema pueda funcionar en animales y, finalmente, en humanos, pero los investigadores dicen que los motores de esperma tienen el
potencial de algún día tratar el cáncer y otras enfermedades en el aparato reproductor femenino.
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