El
cáncer de mama lleva siendo durante muchos años uno de los principales caballos de batalla por parte de la
Unión Europea, después de que en
2015 se conformase una comisión de expertos para tratar exclusivamente esta enfermedad. De cara al 2025, los principales objetivos que emprenderá la European Commission Initiative on Breast Cancer (
Ecibc) serán crear un grupo para renovar las actuales guías clínicas y el programa de calidad de detección precoz y seguimiento, revisando y analizando al detalle la evidencia recabada en los últimos años. Dos de los aspectos más destacados y que se revisarán para valorar su posible utilidad será la de defender un
cribado personalizado de cáncer de mama y un cribado diferenciado para pacientes que tengan las
mamas más densas.
Una de las últimas incorporaciones a este ambicioso proyecto ha sido la de
Rodrigo Alcántara, jefe de la Unidad de Radiología Mamaria del
Hospital del Mar, que considera formar parte de este equipo como “un hecho gratificante, ya que se tendrá la posibilidad de actuar en favor de nuevas directrices y guías clínicas frente al cáncer de mama”. El especialista destaca en
Redacción Médica que “la Comisión Europea empezó esta iniciativa en 2008, desarrollando
certificaciones para distintas patologías y actualizar siempre la evidencia científica”.
Después de la
confección de diferentes grupos dentro del Ecibc para tratar diferentes partes específicas de la enfermedad, el radiólogo señala que “es necesario realizar un análisis extenso de la literatura que sugiera cuál es el nivel de evidencia que permite fomentar nuevas conductas”. El experto pone como ejemplo “hoy en día se tiene un mapa sobre cómo se debe
abordar el cáncer de mama y cuál es el
peso de evidencia que nos permitiría cambiarlo”.
"Europa tendrá la posibilidad de actuar en favor de nuevas directrices y guías clínicas frente al cáncer de mama"
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Recientemente se celebró la
primera reunión para abordar la actualización de las guías clínicas y Alcántara formará parte de este grupo de expertos: “Se tratará de un trabajo continuo y pese a que no hay plazos, en el mismo año 2025 es probable que salga publicada
la actualización de las guías”. Este proyecto no está siendo dirigido por un solo perfil específico de profesionales, sino que “hay médicos radiólogos, clínicos, oncólogos, epidemiólogos, etc. Que aportan su granito de arena”.
Los dos grandes escenarios que contemplan las guías clínicas
Uno de los principales escenarios en que el experto considera que es más propicio a generar un
cambio dentro de
las futuras guías clínicas en cáncer es la posibilidad de consolidar la idea del cribado personalizado de cáncer de mama: “Hasta hoy se realiza de manera globalizada, sin ninguna distinción al paciente, y ya se contempla la actual evidencia de este abordaje en un futuro a corto plazo”. El especialista afirma que aún
no hay suficiente información para que se recomiende, “aunque es una necesidad revisar la evidencia que aporta este tipo de cribado. Esta línea de investigación cuenta con pocos años de estudio, aunque es uno de las
realidades que más se quiere investigar”.
"Actualmente el cribado en cáncer de mama se realiza de manera globalizada y sin ninguna distinción al paciente"
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La otra pata que sí cuenta con más reconocimiento y evidencia es fomentar
un cribado diferenciado para pacientes que tengan las
mamas más densas: “Existen numerosas publicaciones al respecto, pese a que sigue siendo necesario no cesar la investigación en este camino, ya que siempre va por delante de las
guías clínicas. Todo indica que esta evidencia puede formar parte de las futuras guías, pero es una información muy categórica”.
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