Los científicos podrían ser capaces de predecir rápidamente con un simple análisis de sangre las posibilidades de que una paciente con cáncer de ovario responda al tratamiento con quimioterapia, según revela un estudio financiado por Cancer Research UK publicado en PLOS Medicine.
En un estudio de 40 pacientes con cáncer de ovario seroso de alto grado, los investigadores monitorearon el ADN del tumor que podría detectarse en una muestra de sangre tomada antes de cada tratamiento de quimioterapia. Midiendo los niveles del gen mutado TP53 encontraron que las que respondieron bien al tratamiento registraron una rápida caída en los niveles de este ADN circulante.
Los científicos analizaron los niveles de este ADN circulante del tumor en pacientes antes y después del tratamiento y vieron que costó más tiempo que la enfermedad progresara en pacientes cuyo recuento de ADN del tumor en la sangre cayó más de la mitad después de un ciclo de quimioterapia, en comparación con aquellas pacientes cuyo nivel de ADN tumoral no se redujo.
También mostraron que el nivel de ADN del tumor en la sangre refleja la cantidad de cáncer que se observa en las exploraciones realizadas antes de la quimioterapia. Esta prueba puede ser particularmente útil para pacientes con cáncer de ovario seroso de alto grado debido a que el gen mutado TP53 se encuentra en más del 99 por ciento de las pacientes con esta forma de la enfermedad. Este tipo representa dos tercios de todos los cánceres ováricos.
Una forma barata de obtener información
Uno de los principales autores del estudio, James Brenton, de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, explica: "Hace falta una prueba para averiguar rápidamente si los pacientes con cáncer de ovario se están beneficiando de la quimioterapia. Éstos son resultados tempranos, pero si ensayos más grandes tienen éxito, esta prueba centrada en detectar el ADN del tumor que circula en la sangre podría ser una manera barata, rápida y fácil de obtener esta información".
"Aunque estamos haciendo grandes progresos, todavía hay mucho por hacer por las personas con cáncer de ovario, ya que sólo una de cada tres pacientes sobreviven durante diez años o más. Tener una prueba que nos diga pronto si está funcionando la quimioterapia sería una gran ayuda y en el futuro podría ser una manera útil de sugerir otros tipos de tratamiento que podrían funcionar mejor. Esto podría ser una buena manera de probar nuevos tipos de fármacos que se dirigen específicamente a las células cancerosas y de evitar a los pacientes los efectos secundarios de los tratamientos si no están funcionando", concluye.
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