Una investigación realizada por el Centro Sidney Kimmel Cancer Jefferson Health y publicada en la revista
Nature Communications, explica
la importancia de nuestro reloj biológico o circadiano para establecer un control sobre el cáncer de próstata. Los expertos argumentan que el CRY-1, un regulador de los ritmos circadianos, promueve la progresión del tumor al alterar la reparación del ADN y que
este hallazgo puede abrir una nueva vía terapéutica para este tumor.
"Cuando analizamos los datos del cáncer humano, se descubrió que
el factor circadiano CRY-1 aumentaba en los cánceres de próstata en etapa tardía y está fuertemente asociado con malos resultados", explica Karen Knudsen , vicepresidenta ejecutiva de servicios de oncología de Jefferson Health y autor principal del estudio. "Sin embargo, no se ha explorado el papel de CRY-1 en los cánceres humanos", agrega.
Una terapia común para el cáncer de próstata implica suprimir el andrógeno de la hormona masculina o el receptor de andrógenos, ya que los tumores de próstata requieren andrógenos para desarrollarse y progresar a una enfermedad avanzada. Los investigadores encontraron que CRY-1 es inducido por el receptor de andrógenos en tejido tumoral de próstata obtenido de pacientes, lo que explica en parte los altos niveles de CRY-1 observados en enfermedades humanas.
"Esta fue una clara indicación del vínculo de CRY-1 con el cáncer de próstata", dice Ayesha Shafi, investigadora postdoctoral en el laboratorio de Knudsen y primera autora del estudio. "A medida que profundizamos en el papel de CRY1, encontramos inesperadamente que
el factor circadiano estaba alterando la forma en que las células cancerosas reparan el ADN", argumenta.
Daño en el ADN de células cancerosas
Los tratamientos contra el cáncer tienen como objetivo dañar el ADN de las células cancerosas y provocar defectos en los mecanismos de reparación; eventualmente, las células se autodestruyen cuando el daño es severo. Los investigadores probaron el posible papel de CRY-1 en la reparación del ADN en células cultivadas, modelos animales y tejido recolectado de pacientes con cáncer de próstata.
Primero indujeron daño al ADN al exponer las células cancerosas a la radiación y encontraron que l
os niveles de CRY-1 se elevaron, lo que indica que estaba respondiendo a este tipo de daño. También vieron que el CRY-1 regula directamente la disponibilidad de factores esenciales para el proceso de reparación del ADN y altera los medios por los cuales las células cancerosas responden al daño del ADN.
Los hallazgos sugieren que CRY-1 puede ofrecer un efecto protector contra terapias dañinas.
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