La semana pasada se conocieron los resultados de un estudio realizado por el grupo de investigadores del
Instituto Hospital del Mar de
Investigaciones Médicas (IMIM-Hospital del Mar) en relación con un nuevo
abordaje terapéutico para hacer que las
células madre cancerosas se vuelvan
visibles para el sistema inmunitario.
Redacción Médica ha hablado con el primer autor del artículo,
Iván Pérez-Núñez, junto con el biólogo y bioquímico
Toni Celià-Terrassa, para conocer el alcance de este descubrimiento y los próximos pasos a seguir.
Las conclusiones a las que han llegado los investigadores del Hospital del Mar pueden suponer un antes y un después en el tratamiento del
cáncer de mama. “Hemos visto que dentro de los tumores hay una fracción de células, conocidas como células madre del cáncer, que son invisibles al
sistema inmune ya que tienen una baja expresión de proteínas esenciales para ser reconocidas por este sistema inmune. Como son invisibles no pueden ser atacadas, así que cuando realzamos la inmunoterapia potenciamos la acción del sistema inmune para que mate las células tumorales”, analiza el investigador Pérez-Núñez.
"La inmunoterapia potencia la acción del sistema inmune contra las células tumorales"
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Uno de los problemas que dificultaba lidiar con este tipo de cáncer era que estas
células afectadas por los tumores no eran identificadas por nuestro cuerpo, por lo que ha sido clave el uso de la
proteína LCOR. Pérez-Núñez afirma que “como estas células son
invisibles, al final los tumores que tienen una alta proporción de estas adquieren resistencia, debido a que
no podrán ser atacadas por nuestro sistema inmune. La proteína LCOR nos ha permitido convertir estas células visibles. Con esta terapia de RNA reconfiguramos los tumores para que se vuelvan visibles y sensibles a la inmunoterapia. Gracias a ello tenemos unas elevadas tasas de respuesta”.
Terapia en modelos experimentales antes de iniciar un ensayo clínico
Una vez finalizado la experimentación del proyecto con
resultados más que satisfactorios, los investigadores ponen el foco de atención en seguir tratando con el ARN mensajero. “Ahora intentaremos mejorar la tecnología de esta terapia y no nos hemos marcado un
deadline concreto sobre cuándo lograremos finalizar”, explica Pérez-Núñez.
Pese a este éxito inicial en con un trabajo preclínico en ratones publicado en la revista
Nature Cancer, los investigadores son conscientes de que aún faltará tiempo para contactar con la
Agencia Española del Medicamento (Aemps) o iniciar un ensayo clínico. El biólogo y bioquímico
Toni Celià-Terrassa confirma que “estamos lejos del paso de contactar con agencias, valoro que en los dos
próximos años trabajaremos con la seguridad de la terapia en
modelos experimentales y después intentaremos iniciar un ensayo clínico”.
La patología escogida: El cáncer de mama triple negativo
Pérez-Núñez recuerda que el estudio publicado esta semana pasada “se inició en el
año 2018, pero la hipótesis de partida viene de un artículo previo de Celià-Terrassa, durante su estancia en Princeton. Partimos de una base sólida, y las hipótesis que teníamos se han cumplido enormemente”.
Por otra parte, los investigadores decidieron empezar a
experimentar con un
cáncer en específico, el de
mama triple negativo. En palabras del investigador, “fue escogido debido a que es el subtipo más agresivo de cáncer de mama. Dentro de esta agresividad, es cierto que hay subtipos que mejor responde a inmunoterapia, aunque aún tenemos mucho margen de mejora. Los pacientes que están tratando en
inmunoterapia no responden tan bien como otros tipos de tumores, como
pueden ser linfomas o melanomas".
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