Muchos especialistas consideran que
la era postCovid va a necesitar más profesionales, ya sea por los estragos de la propia pandemia o por las necesidades de la Medicina en sí, cada vez más especializada y con pacientes más empoderados. Es por eso que estiman que las plazas MIR designadas por Sanidad van a quedarse 'cortas'.
La Sociedad Española de Oncología Médica está analizando los servicios de la especialidad. Con el censo de oncólogos que hay, y las plazas MIR que salen cada año, esperan sacar conclusiones y ver
cómo se deben redistribuir las funciones en los servicios de Oncología.
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También buscan esclarecer si es necesario contar con más oncólogos o no a futuro.
Juan de la Haba, miembro de la Junta Directiva de la SEOM, señala que, a priori, las 155 plazas MIR que tendrá la especialidad en la próxima convocatoria pueden quedarse cortas. Las conclusiones que obtenga la sociedad científica darán una respuesta mucho más segura a esto.
"La Oncología que hacíamos hace 10 años no tiene nada que ver con la que hacemos ahora y probablemente no tenga nada que ver con la que hagamos dentro de otros 10. La
interpretación será mucho más molecular. Eso hará que haya una creciente demanda no solamente por el número de pacientes, sino por las características en las cuales acudan a consulta, tanto desde el punto de vista técnico como de necesidad de información", señala el también miembro de la Junta Directiva de la sociedad.
La complejidad de la asistencia del paciente, las futuras jubilaciones, el
desarrollo tecnológico y científico de la especialidad (con la Medicina de Precisión), el empoderamiento del paciente o la cronificación del cáncer, que implica más años de supervivivencia de los pacientes y, por tanto, más demanda asistencial, son algunas de las cuestiones por las que parece que el número de plazas,
muy similar al de otros años, no sea suficiente.
Los casos de cáncer vuelven a Primaria
La European Cancer Organization estimaba el pasado mes de junio que durante la pandemia, en Europa, se han dejado de realizar cerca de 100 millones de pruebas de detección de cáncer. También resaltaban que el Covid-19 hizo que una de cada dos pacientes con esta enfermedad en Europa no recibiera el tratamiento adecuado.
En cuanto al infradiagnóstico en España, De la Haba explica que el impacto del Covid-19 ha sido muy variable dependiendo de unas comunidades autónomas a otras. "
No todas han sido castigadas por igual pero, incluso en los últimos 18 meses, las olas se han producido de forma diferente según los sistemas sanitarios. Unos han estado más saturados que otros dependiendo de la época", explica.
Los diagnósticos tardíos y el retraso en los tratamientos de quimioterapia y radioterapia están teniendo una gran repercusión en la Atención Primaria.
Fátima Santolaya, miembro del Grupo de trabajo Oncología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), asegura que esto está incrementando la demanda en la consulta.
"Si al paciente le retrasan el tratamiento en el hospita
l viene y vuelve a venir al centro de salud. Si no lo ven en especializada lo vemos nosotros. Son pacientes que necesitan mucho más seguimiento y apoyo, porque
si te descuidas puede haber metástasis. Entre los que han superado la enfermedad hay mucho mayor riesgo de neoplasia. Hay que hacer revisiones con ellos todos los años, y en algunos, como en cáncer de mama, necesitas que sean de forma presencial", explica la médica de Familia.
Faltan especialistas en Primaria
Santolaya recuerda que algunos programas de 'screening' en cánceres, como el de mama o el de cérvix, se retrasaron. Y "no retrasar la prueba ni el diagnóstico" es fundamental en esta enfermedad, pues se trata de "salvar vidas". Tanto estos tumores, como otras patologías (entre las que se incluye el Long Covid) hacen que la Primaria esté desbordada y sepan a poco las 2.336 plazas MIR que se le asignan.
"
Harían falta muchísmos más profesionales en Primaria. Desde antes de empezar el verano en todos los centros estamos menos de la mitad de los especialistas. No hay suplentes. Lo
profesionales están agotados física y psicológicamente y necesitan vacaciones. Y los que se han jubilado no se han podido suplir", explica la profesional, que suma las bajas de maternidad.
Psiquiatras para la 'otra pandemia'
Por su parte,
Psiquiatría cuenta con 296 plazas, seis más que en la anterior convocatoria. Serán especialistas que luchen contra la 'otra pandemia': la de la Salud Mental. El Covid-19 ha hecho que trastornos y enfermedades como la depresión, la ansiedad o los trastornos de conducta alimentaria se hayan disparado en el país.
En 2020, el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría,
Celso Arango, aseguraba que echaban "en falta un registro con el número de especialistas que hay en el país y con el profesionales que van a jubilarse". Solo así, indicaba, podrán saber con exactitud cuántos especialistas necesitan para enfrentarse a la -cada vez más intensa- demanda.
Manuel Martín Carrasco, vicepresidente de la SEP, explica que esa cuestión aún NO está solventada. Se espera, como en otras especialidades, que en los próximos 5-10 años se jubilen un gran número de psiquiatras.
El psiquiatra recuerda que en las promociones entre los años 80 y 90 se licenció un gran número de profesionales que luego fue descendiendo. También señala que hasta ahora estos especialistas eran "más polivalentes", pero con la
aprobación de la especialidad de Psiquiataría Infantil y de la Adolescencia es probable que "el número de profesionales necesario sea mayor".
Además, es muy posible que la prevalencia de problemas de salud mental siga aumentando a causa del Covid-19. "Las pandemias dejan un efecto que dura más que la propia pandemia", explica el vicepresidente de la SEP.
A lo que se suma que a día de hoy ya hay un déficit de profesionales en España. Por todo, "las
296 plazas son insuficientes".
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