Investigadores del
Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han demostrado que la
terapia génica con telomerasa que han desarrollado, y que se ha mostrado eficaz en ratones contra enfermedades causadas por el acortamiento excesivo de los telómeros y también contra el envejecimiento,
no provoca cáncer ni aumenta el riesgo de padecerlo.
El trabajo se publica en la revista 'PLoS Genetics', con la participación de
Miguel Ángel Muñoz y Paula Martínez, del Grupo de Telómeros y Telomerasa liderado por María A. Blasco en el CNIO. En el trabajo también ha colaborado el
Centro de Terapia Génica (Cbateg) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), liderado por
Fàtima Bosch.
Terapia génica
El Grupo Telómeros y Telomerasa del CNIO lleva años investigando la posibilidad de
usar la enzima telomerasa para tratar procesos patológicos relacionados con el
acortamiento de los telómeros, como las enfermedades asociadas al envejecimiento, cardiovasculares y neurodegenerativas.
El trabajo que ahora se publica aplica la terapia génica sobre
un animal modelo, un ratón, que reproduce el cáncer de pulmón humano y que, por tanto, tiene un riesgo ya de por sí mayor de desarrollar esta enfermedad. Los resultados son negativos: "La activación de la telomerasa mediante esta terapia génica no aumenta el
riesgo de padecer cáncer" ni siquiera en estos ratones", aseguran los autores
Modelos animales
Se sabe que el acortamiento de los telómeros tiene un papel clave en el envejecimiento: tanto en modelos animales como en humanos se ha comprobado que
cuanto mayor es la edad del individuo, más cortos son sus telómeros.
También se ha demostrado que
mutaciones en genes relacionados con los telómeros dan lugar a un conjunto de enfermedades llamadas síndromes teloméricos, entre ellos la
anemia aplásica y la fibrosis pulmonar idiopática.
L
a telomerasa es la enzima que repara a los telómeros, y todas las personas tienen el gen que la produce. En el adulto sano, la mayor parte de
las células no tienen telomerasa: sus telómeros no pueden ser reparados después de cada división celular y por eso son más cortos que en los jóvenes.
Una excepción son las
células cancerígenas, en las que sí está activa la telomerasa, y "esa es de hecho una de las razones de que estas células se dividan sin parar: sus telómeros no se acortan nunca lo bastante como para frenar la división, y como resultado
las células de cáncer son virtualmente inmortales".
Riesgos
La telomerasa siempre ha sido vista como un 'cuchillo de doble filo'. "Al
reparar los telómeros evita una de las causas del envejecimiento y de todo un conjunto de enfermedades, pero también podría favorecer la división incontrolada de tumores incipientes, y provocar así un cáncer", detallan.
En 2008, investigadores del CNIO demostraron que
animales transgénicos para telomerasa también envejecían más despacio y vivían hasta un 40 por ciento más de tiempo si además de expresar telomerasa se les hace ser también más resistentes al cáncer.
Hasta ahora los investigadores han logrado demostrar que esta terapia génica con telomerasa muestra efectividad
en ratones contra el infarto (contribuye a la regeneración del tejido cardiaco), contra la anemia aplásica y contra la fibrosis pulmonar idiopática. En todos estos casos se vio que la terapia génica con telomerasa tenía efectos terapéuticos. En particular, en el caso de fibrosis pulmonar, la telomerasa fue capaz de frenar la progresión de esta enfermedad en modelos animales.
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