El Congreso de la Sociedad Europea de Oncología (
ESMO, por sus siglas en inglés) que acaba de concluir en Barcelona para analizar los últimos avances contra el cáncer está rompiendo todos los récords, logrando ser una edición sin precedentes.
Ángela Lamarca, oncóloga de la
Fundación Jiménez Díaz y representante de ESMO, ha destacado en
Redacción Médica que han venido a la Ciudad Condal “más de
33.000 asistentes. Por otra parte, de los más de
5.000 abstracts enviados, 2.500 han sido aceptados y presentados”.
Para la oncóloga, todos estos números demuestran “que se está avanzando muy rápidamente en el
ámbito de la Oncología con una explosión de datos clínicos y de
investigación para mejorar el beneficio que tienen los pacientes de estos tratamientos”.
Tal y como han corroborado diferentes especialistas, Lamarca señala a la inmunoterapia como una de los
principales responsables que han permitido “una
revolución que sigue viva en los últimos años. Ya se tienen datos a largo plazo y se cuenta con
supervivientes a los 10 años en tumores donde este tratamiento funciona especialmente bien, como el melanoma”.
"Las vacunas para tratar el cáncer no van a prevenirlo, sino que buscarán tratarlo con fármacos nuevos"
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Las tecnologías nuevas que se han defendido en diferentes sesiones de ESMO son para la especialista un gran
salto adelante dentro de la especialidad, ya que se empieza a hablar de “inmunoterapias modernas que activan el
sistema inmune o tecnologías como la vacuna para tratar el cáncer. La enfermedad no se va a prevenir, sino que se va a usar con pacientes que ya tienen cáncer para intentar tratarlo con fármacos nuevos”.
El surgimiento de nuevas formas de distribuir quimioterapia
Dentro de esta
gran burbuja de nuevos tratamientos, la especialista ha hecho hincapié en una forma de inmunoterapia y nuevas fórmulas de
distribuir la quimioterapia: “Hablamos de quimioterapia inteligente ya que el especialista le dice hacia dónde tiene que ir. Estamos hablando de un conjugado de
anticuerpos y medicamentos (ADC) que cuentan con una parte de quimioterapia unida a un anticuerpo, que se enlaza con una célula en concreto. Una vez se tiene
un tumor que expresa un marcador concreto, se usa el anticuerpo contra ese marcador unido a la quimioterapia”. El tramo final de este proceso es que “cuando el paciente recibe el fármaco, la quimioterapia irá en su mayoría a la célula tumoral”.
Pese a que estos resultados siguen siendo preliminares y se encuentran en
estadios precoces, la especialista de ESMO ha dejado claro que “se espera tener menos dosis de fármacos en células sanas, mejor tolerancia y una
mayor efectividad en las células donde se encuentra el cáncer, generando una mayor actividad”.
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