La
Oncología empieza a temer la aparición de una
epidemia global de cáncer que amenaza a los
adultos menores de 50 años. Un estudio publicado en la revista
Nature afirma que entre
2020 y
2040 se producirá un incremento de casi un
50 por ciento en nuevos diagnósticos, debido al cambio de
prevalencia de la exposición de
factores de riesgo en edad temprana, implicados a la
alimentación y
estilo de vida. Ante esta situación,
Montserrat Muñoz, jefa de Servicio de Oncología en funciones del
Hospital Clínic; y
Laura Visa, oncóloga del
Hospital del Mar, exponen en
Redacción Médica la necesidad de revaluar los
cribados, iniciar
estrategias de tratamiento debido a las
diferencias moleculares que presenta un
mismo cáncer en diferentes edades y señalar la
obesidad como “la
epidemia real” relacionada con la aparición de la mayoría de los cánceres.
Establecer un
nuevo programa de cribados para generar más evidencia de la aparición de tumores en gente de
20 a 50 años es una de las iniciativas defendida por Visa ante el aumento de casos de cáncer: “Las pruebas de
detección precoz tienen su efecto, pero es una respuesta parcial. La gente joven no entra en los
programas de screening y solo tres o cuatro tumores tienen cribados
bien establecidos”.
Entre los diferentes factores de riesgo ligados en cáncer de inicio precoz, la
obesidad es el más mencionado por el estudio de
Nature. “En cáncer de mama, colorrectal, endometrial, etc. aparece la obesidad, convirtiéndola en la
epidemia real que tenemos en estos momentos. Se trata del problema de salud número uno ya que condiciona la aparición de muchas otras enfermedades, además de las
cardiovasculares. Otros factores como el
tabaquismo, el
alcohol o el
sedentarismo se encuentran en segundo término, por lo que
los pediatras tienen la misión de controlar la obesidad infantil. Es difícil a los 30 años
cambiar los hábitos de una persona, así que, tras el pediatra, se deben incrementar
buenos hábitos en todos los escalones a través de la familia y la escuela”, expone Muñoz.
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Muñoz: "La obesidad es la epidemia real que ya sufrimos y está ligada al cáncer"
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La investigación de Nature sobre cáncer en jóvenes analiza 14 tipos de tumores, y Visa relata que “ocho de ellos están relacionados con el
sistema digestivo. El papel de la
dieta es fundamental, por lo que es vital desde el punto de vista familiar y social fomentar desde la
infancia actividades saludables. Así pues, se logrará concienciar que modificando estos estadios se puede
reducir el riesgo de incidencia de cáncer. A finales de los años 90 la obesidad ha aumentado enormemente y cada vez vemos más personas con el
índice de masa corporal alto, generando más adolescentes obesos. Se trata de un factor de riesgo evitable que engloba al resto, como es el sedentarismo y una mala alimentación”.
Abordaje de diferencias moleculares en un mismo cáncer
Otra medida destacada por la oncóloga del Hospital del Mar es valorar
nuevas estrategias de tratamiento frente a los tumores que se desarrollan en un
paciente de edad temprana junto con otro más
mayor: “Existen evidencias de que
a nivel molecular el desarrollo es distinto. Actualmente el tratamiento en
cáncer de colon, muy frecuente entre los jóvenes, es el mismo en todas las edades pese a haber diferencias. Estas mutaciones son más frecuentes entre la población joven, por lo que es una asignatura pendiente para estudiar”.
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Visa: "Existen evidencias de que a nivel molecular el desarrollo de un tumor es distinto"
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Frente a la llegada de una más que posible
ola de cáncer entre los jóvenes, Muñoz determina
cinco factores clave que pueden marcar la diferencia en las próximas décadas: “Hay
hábitos que se pueden cambiar fácilmente haciendo presión en el punto correcto como es el
tabaco,
alcohol,
sedentarismo,
obesidad y prevención de
enfermedades infecciosas. El conocimiento de los hábitos saludables es imprescindible”. Visa defiende un punto similar al de su homóloga, como es el de “fomentar a nivel individual e instituciones un
estilo de vida saludable desde etapas muy tempranas”. Evitar la posibilidad de sufrir cáncer se encuentra en nuestros manos.
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