Según cifras internacionales, el 50 por ciento de los pacientes oncológicos recurren a medicinas alternativas o complementarias, que son todas aquellas que se salen de la Medicina convencional, según la nutricionista del Instituto Catalán de Oncología Lorena Arribas.
Arribas ha participado en el I Congreso Nacional de Nutrición en Oncología, organizado por la Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral (Senpe) y la de Oncología Radioterápica (SEOR) y celebrado en Madrid, que plantea estrategias para reducir las cifras de desnutrición en pacientes con cáncer.
Entre las ‘alternativas’ descritas por Arribas figuran la acupuntura o dietas como el veganismo, la dieta alcalina o la terapia de Gerson, especificando que todas “carecen de evidencia científica consolidada”.
Según la dietista del ICO, la dieta mediterránea es “la única que presenta evidencias científicas para ayudar en la prevención y tratamiento del cáncer”. Se basa en un mayor consumo de fruta, verduras y legumbres, y una disminución de la cantidad de carne roja.
Sobre esto último, Arribas pone una excepción, y es que durante el tratamiento oncológico “hay que asegurar el aporte de proteínas y eso lo hacemos con carne, pescado y huevos principalmente”.
“En la mayoría de los casos no es la desesperación lo que lleva a un paciente a optar una dieta anti-cáncer, sino las ganas de involucrarse en su tratamiento”, ha destacado la nutricionista. Estos pacientes suelen ser muy activos y con alta autoestima, tumores raros o avanzados o de crecimiento rápido.
En torno al 30 por ciento de los pacientes oncológicos sufren desnutrición, según datos aportados por las sociedades científicas organizadores del encuentro.
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