Solo un 15% de los cánceres tienen influencias hereditarias mientras que el 85% restante se deriva de factores externos, conocidos como agentes cancerígenos, según los datos recogidos por la Asociación Helping Cáncer.
Los cuatro factores externos más comunes son la mala alimentación, los virus, la radiación y el tabaquismo, por lo que la prevención es clave para reducir ese porcentaje. “No fumar, llevar una dieta sana, realizar actividad física, protegerse del sol y realizar revisiones periódicas para la detección precoz de ciertos cánceres, junto a las vacunas recomendadas, hará que las posibilidades de padecer cáncer sean menores”, ha explicado Laura Vidal, colaboradora de Helping Cáncer.
Vidal destaca que casi la mitad de los casos de cáncer son derivados del efecto carcinógeno del tabaco y las probabilidades de sufrir cáncer de piel maligno, como el melanoma, aumenta por las radiaciones producidas por los rayos X y ultravioletas provenientes del sol. Otra de las causas externas son los virus, las bacterias y los parásitos que provocan cerca del 20% de los casos de cáncer específicos, como el de cuello uterino, cáncer de hígado y el cáncer de estómago.
Desde la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) hacen hincapié también en llevar un correcto control de peso pues entre 6.000 y 14.000 de las muertes producidas por cáncer son consecuencias de la obesidad y el sobrepeso, y de esta manera se reduce la incidencia de la enfermedad en un 30-40%.
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