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La genética del cáncer de mama cambia cuando reaparece con metástasis

El estudio muestra la necesidad de biopsiar el tumor en fase metastásica para elegir el nuevo tratamiento

El investigador Juan Miguel Cejalvo. Foto: IRB.

28 oct 2016. 11.20H
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POR REDACCIÓN
Los tumores de mama en el momento del diagnóstico tienen un perfil genético que puede evolucionar cuando reaparecen y hacen metástasis. Cada vez se sabe más sobre dicha evolución. Un estudio que ha presentado el Grupo Geicam de Investigación en Cáncer de Mama, en colaboración con el Instituto de Oncología Vall d’Hebron (VHIO) y el Hospital Clínic Idibaps en el Congreso SEOM 2016 de la Sociedad Española de Oncología Médica, que estos días se celebra en Madrid, aporta más luz sobre las diferencias biológicas entre el tumor primario y la recaída. Se calcula que entre un 15 y un 20 por ciento de las pacientes experimentan una recaída tras años o décadas del diagnóstico inicial.

Como asegura el investigador principal de este trabajo, Juan Miguel Cejalvo, especialista del Hospital Clínic Idibaps de Barcelona, “si bien los subtipos moleculares intrínsecos del cáncer de mama suelen mantenerse a lo largo del tiempo, sobre todo los denominados basal-like o triple negativo, hay algunos otros subtipos como el luminal A en los que se aprecia una gran variabilidad. En nuestro estudio el 55 por ciento de las pacientes diagnosticadas de cáncer de mama luminal A en el tumor primario evolucionaron a un perfil más agresivo (luminal B o HER2 enriquecido) cuando la enfermedad se reactivó con metástasis”.

La clasificación molecular establece cuatro tipos de cáncer de mama: los que tienen receptores hormonales (luminal A, luminal B), los que sobreexpresan la proteína HER 2 y los triple negativo, que no expresan receptores hormonales ni HER2. Estos últimos son los de peor pronóstico.

Este estudio se realizó con el objetivo principal de analizar las diferencias biológicas entre el tumor primario y la metástasis analizando la expresión de 105 genes en una cohorte de 123 pacientes con cáncer de mama, que incluía pacientes del estudio Geicam/2009-03 ConvertHER, con muestras pareadas del tumor en los dos momentos de la enfermedad, el inicial y el avanzado. Se sabe que en el intervalo entre ambos momentos las células, explica este especialista, “se encuentran en un periodo que denominamos de dormancia (dormidas) formando micrometástasis y es precisamente entonces cuando lo más probable que hagan sea evolucionar a un fenotipo más agresivo. Vimos que las lesiones metastásicas presentan una mayor expresión de genes relacionados con la proliferación y menor de genes epiteliales y luminales en comparación con el carcinoma cuando se detectó por primera vez. Además, comprobamos que cuanto más tiempo había transcurrido desde el diagnóstico inicial a la recaída, mayor era el cambio en el perfil biológico del tumor”.

Dado que la biología tumoral puede cambiar entre el tumor primario y la metástasis, Cejalvo asegura que lo más conveniente es biopsiar la enfermedad metastásica para obtener información de sus características y poder ofrecer a las pacientes un tratamiento adecuado, más eficaz y personalizado, según su perfil biológico. “Es esencial conocer el proceso biológico que se produce en las células y cómo evoluciona porque eso nos ayudará a identificar nuevas dianas terapéuticas y poder desarrollar fármacos específicos con los que hacer frente a estas células y así evitar o frenar el desarrollo de las macrometástasis y, por tanto, evitar las recaídas”.

Valor pronóstico del receptor hormonal

Geicam ha presentado también nuevos datos de un estudio diseñado para identificar el valor pronóstico en cáncer de mama dependiendo de si el tumor expresa el receptor de estrógenos o progesterona. Este estudio se realizó con muestras de pacientes del ensayo Geicam/9906, un ensayo clínico multicéntrico fase III, randomizado que compara seis ciclos de régimen FEC (fluorouracilo, 4- epirubicina y ciclofosfamida) con cuatro ciclos de ese mismo esquema seguido de ocho administraciones de paclitaxel semanal en régimen secuencial, como tratamiento adyuvante de pacientes con cáncer de mama operado y afectación axilar.

Alberto Ocaña y María Rosario Chica-Parrado.

El investigador principal del estudio, Alberto Ocaña, especialista del Hospital General Universitario de Albacete, explica que una de las novedades difundidas en el Congreso SEOM 2016 es que ahora se ha podido identificar que la presencia del receptor de progesterona proporciona información pronóstica de las pacientes. “Las pacientes con tumores con receptores de estrógenos negativos y de progesterona positivos presentan un pronóstico similar que aquellas otras que tienen receptores positivos para ambas hormonas. Sin embargo, las pacientes con tumores con receptores de estrógeno positivos y de progesterona negativos muestran peor pronóstico y sus tumores presentan mayor proliferación”, asegura.

En relación al beneficio que los resultados de este estudio pueden aportar a los pacientes, Ocaña señala que aunque deben confirmarse los datos, este trabajo sugiere que debe tenerse en cuenta la expresión del receptor de progesterona a la hora de evaluar el pronóstico de los pacientes y la decisión de las estrategias de tratamiento hormonal. El póster del análisis de este estudio recibirá el Premio al Mejor Póster SEOM 2016, en la Sesión Plenaria del congreso.

El tercer estudio de Geicam,  en colaboración con el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima), que se presenta en la sesión plenaria de SEOM, analiza la correlación de los subtipos de Lehmann con la respuesta patológica completa (desaparición del tumor) en pacientes con cáncer de mama triple negativo tratadas con quimioterapia neoadyuvante con antraciclinas y taxanos +/- carboplatino, que incluía pacientes del estudio Geicam/2006-03. Con la participación de 125 pacientes, el objetivo es probar la validez de la determinación de los subtipos de Lehmann en el tejido tumoral incluido en parafina, el valor pronóstico de estos subtipos con respecto a la quimioterapia neoadyuvante y su valor predictivo con respecto a la quimioterapia neoadyuvante con sales de platino.

Según la investigadora principal, Mª Rosario Chica-Parrado, las conclusiones de este trabajo determinan que los subtipos de Lehmann determinados en tejido tumoral incluido en parafina no predicen la respuesta al tratamiento con quimioterapia neoadyuvante y que el subtipo LAR obtiene la menor tasa de respuesta patológica completa. “De ahí que este subtipo se pueda definir como quimio-resistente”, incida la Chica-Parrado, quien añade que de este trabajo también se deduce “que el subtipo con mayor tasa de proliferación es el BL1 y el menor el LAR”.

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