El
cáncer provoca, cada año, la muerte de entre dos y tres millones de
mujeres, de las cuales
podrían evitarse la mitad, hasta 1,5 de esos fallecimientos con una clave: la
prevención primaria y la detección precoz. Además, otras 800.000 muertes podrían evitarse si el acceso a una atención sanitaria óptima existiera para todas las mujeres en el mundo, ya que
el cáncer se encuentra entre las tres principales causas de mortalidad prematura entre las mujeres a escala mundial.
Así lo ratifica un estudio publicado en la revista científica
'The Lancet', donde una comisión compuesta por un equipo internacional urge a
aplicar un "enfoque de género interseccional" en lo que respecta al cáncer. La comisión propone un conjunto de diez acciones, con la recomendación general de que el sexo y el género se incluyan en todas las políticas y directrices relacionadas con el cáncer. Y es que
la desigualdad es condicionante en la detección prematura: "En los países con una clasificación baja en el Índice de Desarrollo Humano, hasta el 72 por ciento de las muertes por cáncer entre las mujeres fueron prematuras (menores de 70 años) en comparación con el 36 por ciento de los países con una clasificación muy alta en el IDH", señalan los hallazgos del informe.
Una investigación en cáncer dirigida por hombres
Precisamente esta desigualdad que afecta a las mujeres de todo el mundo, señala el estudio, es un motivo para que la mayoría tengan
"más dificultades" que los hombres para acceder a los conocimientos y la posibilidad de tomar decisiones con información suficiente sobre atención médica.
"El patriarcado domina la atención, la investigación y la formulación de políticas para el cáncer.
Quienes ocupan los puestos de poder deciden qué se prioriza, financia y estudia", recalcan. Además, el informe ratifica que son las mujeres quienes "se arriesgan más" a sufrir una "catástrofe financiera" debido al cáncer, con consecuencias para sus familias.
A esta desigualdad se suma también el
cuidado "no remunerado" de personas con cáncer, que, señalan, está normalmente a cargo de mujeres. "Se necesitan métodos nuevos para calcular el valor real del trabajo de las mujeres en la atención del cáncer", aseguran.
Acciones prioritarias para revertir la situación
Además de exigir una
recopilación "rutinaria" de las estadísticas de salud oncológica con datos garantizados sobre sexo, género y otros factores sociodemográficos, la comisión ha enumerado distintas acciones para revertir la situación de desigualdad y el cáncer. Una de ellas es lograr el desarrollo, afianzar y aplicar leyes y
políticas que reduzcan la exposición de niñas y mujeres a los riesgos de cáncer conocidos, así como investigar, supervisar y actuar sobre los riesgos emergentes de cáncer que afectan desproporcionadamente a niñas y mujeres, incluidos los factores laborales y ambientales.
“También es necesario
diseñar e implementar estrategias transformadoras interseccionales y de género para aumentar el acceso equitativo a la detección precoz y el diagnóstico del cáncer. La creación conjunta de sistemas de salud accesibles y receptivos que ofrezcan una atención respetuosa y de calidad para niñas y mujeres con cáncer o garantizar un acceso equitativo a los recursos de investigación del cáncer, liderazgo y oportunidades de financiamiento para las mujeres.
Como últimas medidas de acción, el comité internacional prioriza la aplicación de
políticas que prevengan el acoso y la discriminación “basados en el sexo en el personal a cargo de la atención del cáncer” e integrar un marco de competencias en materia de género en la educación y formación del personal a cargo
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