"Las células tumorales del páncreas se caracterizan por una notable plasticidad, cambios celulares que hacen que esta neoplasia maligna sea tan difícil de tratar", así lo explica Giannicola Genovese, autor de un estudio publicado en Nature que ha identificado la proteína que evita que las células del cáncer de páncreas sean tan agresivas y también el tratamiento capaz de frenarlas cuando la proteína se agota.
El hallazgo de los investigadores del Centro del Cáncer MD Anderson de la Universidad de Texas se realizó después de unos experimentos preclínicos, en los que se utilizaron xenoinjertos tumorales derivados de pacientes y modelos de ratón. Este descubrimiento abre la puerta a un posible tratamiento en un determinado subgrupo de tumores que se caracterizan por un rápido crecimiento, según los expertos.
El punto débil de las células
Los investigadores encontraron un punto débil de las células tumorales, ya que son dependientes en exceso de la producción acelerada de proteínas para satisfacer las necesidades metabólicas aumentadas. Esto llevó al equipo a buscar un fármaco, inhibidor de la proteína de choque térmico 90, que bloquea la proteostasis, fenómeno que engloba la creación, plegado, distribución y degradación de las proteínas.
Este compuesto, llamado AUY922, mejoró la tasa de respuesta tanto en monoterapia como combinado con la quimioterapia gemcitabina. Además, prolongó la supervivencia de los ratones cuyos tumores se reproducían con las mismas características que el cáncer de páncreas en humanos.
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