Dos de las grandes preguntas pendientes en el campo de la
Oncología son por qué los
tumores pueden dividirse infinitamente y cómo son capaces de
diseminarse por el organismo.
María Blasco, jefa del Grupo de Telómeros y Telomerasa del
Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y directora científica del CNIO, y
Marisol Soengas, jefa del Grupo de Melanoma del Centro, acaban de recibir dos de las ayudas más competitivas del
Consejo Europeo de Investigación (ERC, por sus siglas en inglés), las ayudas
ERC Advanced Grant, para llevar a cabo dos ambiciosos proyectos que tratarán de
bloquear la división infinita de los tumores y su
diseminación a otros órganos, respectivamente.
Cada una de ellas recibe
2,5 millones de euros, la
cantidad máxima estipulada para estas ayudas, para desarrollar sus proyectos '
Shelterins' y
'Metalert-Stop' respectivamente, durante los próximos 5 años. Sus proyectos han sido seleccionados en un
proceso altamente competitivo, de entre casi
1.900 propuestas de investigadores europeos del máximo nivel. De un total de
185 ayudas concedidas por el ERC en todo el continente, 14 han ido a parar a España. Cuatro de ellas pertenecen al ámbito de las ciencias de la vida, entre las que se encuentran las dos recibidas por las investigadoras del CNIO.
Las ERC Advanced Grants se conceden a
proyectos que tengan la capacidad de abrir líneas muy innovadoras y originales y contribuir a la resolución de retos científicos pendientes de resolver, llevados a cabo por investigadores europeos líderes en sus respectivos campos que tengan una trayectoria novedosa, original y relevante en la que en los últimos 10 años hayan logrado importantes hallazgos científicos.
Las que ahora obtienen las dos investigadoras españolas se suman a otras cinco con las que actualmente cuenta el CNIO: un ERC Advanced Grant de
Mariano Barbacid, tres ERC Consolidator Grants de
Manuel Valiente, Felipe Cortés y Eva González, y un ERC Starting Grant de
Alejo Efeyan.
Proyecto 'Shelterins': Anular la capacidad de división infinita de los tumores
Blasco se centrará en conocer el papel de las proteínas shelterinas en cáncer, para anular la capacidad de los tumores de dividirse de manera infinita
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El proyecto '
Shelterins', liderado por
María Blasco, se centrará en conocer mejor el papel de las
proteínas shelterinas en cáncer, para buscar estrategias terapéuticas que
anulen la capacidad que tienen los tumores para dividirse de manera infinita anulando la protección de los telómeros y bloquear así, por lo tanto, el potencial crecimiento descontrolado de los tumores.
Las shelterinas son las proteínas que forman el escudo protector de los telómeros.
Los telómeros son esenciales para la vida celular. En las células sanas estos se acortan con el paso del tiempo y esta es una de las causas del envejecimiento de los tejidos y la aparición de patologías del envejecimiento. Por el contrario, las células del cáncer son capaces de mantener sus telómeros largos, convirtiéndose así en
células inmortales que son capaces de dividirse sin control. Por ello, atacar terapéuticamente los telómeros es una de las estrategias más prometedoras contra muchos tipos de cáncer.
“Las shelterinas son las p
roteínas que protegen los telómeros, sin ellas las células del cáncer no se pueden multiplicar”, explica Blasco. “Mi equipo fue pionero en proponer las shelterinas como
posibles dianas contra el cáncer. Además, contribuimos a descubrir las primeras mutaciones de shelterinas en cáncer y demostramos que su función está regulada por importantes vías de señalización tumorales”.
En los últimos años, el equipo de Blasco también ha demostrado que la
eliminación de la shelterina TRF1 bloquea el origen y progresión del cáncer de pulmón y glioblastoma en modelos tumorales de ratón. Su grupo también había descubierto que eliminar TRF1 impide que las células madre de los glioblastomas formen tumores secundarios.
Sin embargo, la investigación de esta vía tan prometedora está en sus inicios: aún
se desconocen los mecanismos que hacen que las shelterinas induzcan el desarrollo de los tumores y faltan modelos animales para trabajar sobre estas ideas. El proyecto SHELTERINS hará la primera gran aproximación sistematizada en este campo de estudio a nivel mundial.
Proyecto 'Metalert-StopP': Cómo apagar a los ratones que se iluminan cuando hay metástasis
Uno de los grandes retos en investigación del melanoma es entender cómo unas
lesiones de poco más de 1 mm de grosor pueden dar lugar a células que se pueden diseminar por todo el organismo y causar más del 80% de los fallecimientos por cáncer de piel. El grupo de Soengas ha descrito múltiples genes que definen la seña de identidad del melanoma que lo hace tan metastásico, y se centra en
intervenir en fases más tempranas de la enfermedad para, una vez que las
metástasis se generen, eliminarlas.
El estudio de Soengas se centra en intervenir en fases tempranas del cáncer para parar las metástasis
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El proyecto Metalert-Stop, que lidera Marisol Soengas, se centrará en entender
cómo se originan las metástasis para tratarlas de forma más eficiente. Para ello, utilizarán modelos animales muy sofisticados y validarán los resultados en muestras de pacientes.
El equipo de Soengas ya había conseguido ver en 2017, por primera vez en organismos vivos sin recurrir a cirugía ni intervenciones invasivas, cómo el melanoma actúa en todo el organismo antes incluso de que aparezca la metástasis. Este seguimiento del melanoma lo consiguieron gracias a unos
modelos de ratón bioluminiscentes llamados MetAlert, desarrollados en colaboración con la
Unidad de Edición Genómica en Ratón que lidera Sagrario Ortega en el Centro.
MetAlert se ilumina allí donde se activa la generación de vasos linfáticos, un tipo de vasos del sistema circulatorio cuya generación es uno de los pasos esenciales para la diseminación de este tipo tumoral. La relevancia de este trabajo, que se realizó junto a múltiples grupos básicos y clínicos nacionales e internacionales, le valió la publicación en
Nature,
una de las principales revistas científicas a nivel mundial.
Además, el estudio identificaba una
proteína llamada MIDKINE que representa una posible
diana terapéutica. “A través de estudios posteriores, hemos visto que MIDKINE no solo actúa en la generación de vasos linfáticos, sino que tiene otras funciones inesperadas”, explica Soengas. “Por ejemplo,
hemos encontrado que MIDKINE contribuye a evitar que el sistema inmune reconozca y ataque a los tumores. Además, nos ha sorprendido porque parece regular muchos sensores de patógenos, que podrían a su vez influir en el desarrollo tumoral”.
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