El Centro de Investigación del Cáncer (
CIC) ha añadido recientemente una
nueva vía de investigación para conseguir nuevos descubrimientos relacionados con el
cáncer hepático. Esta nueva aventura es dirigida por el investigador
Javier Vaquero, que aspira a encontrar nuevas dianas terapéuticas frente al
colangiocarcinoma. Inhibir la señalización de una molécula común en todas las células para
evitar la progresión del tumor y lograr efectos inmunosupresores sobre el microambiente tumoral es el primer paso que el especialista espera iniciar cuanto antes, con la esperanza de probar la inhibición de este tipo de vías en
ensayos clínicos y pacientes.
El CIC es una de las instituciones más importantes a nivel nacional en relación con el cáncer, pero tal y como comenta Vaquero en
Redacción Médica, “la incorporación del
cáncer hepático es una manera de completar la investigación de una enfermedad que no podía faltar. Existen equipos muy potentes sobre un montón de
enfermedades más prevalentes, como por ejemplo los
tumores sólidos en cáncer de mama, pero nadie estudiaba hasta ahora el
colangiocarcinoma”.
Uno de los motivos por el cual el colangiocarcinoma no es muy analizado es, según el investigador, “por el hecho de ser
un tumor poco prevalente y muy agresivo. Se trata de una enfermedad rara que no se puede comparar con otras mucho más frecuentes, como es la diabetes”. La conclusión a la que llega Vaquero es que “las enfermedades menos frecuentes generan a su vez menos interés y financiación”.
"Las enfermedades menos frecuentes generan a su vez menos interés y financiación"
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Tradicionalmente, este tipo de cáncer se abordaba con
una mezcla de quimioterapias, pero el investigador reconoce que “funcionaba mal, debido a que la enfermedad posee un amplio
repertorio de quimioresistencia”. Gracias a las terapias dirigidas y a la clasificación de pacientes en base a sus mutaciones, Vaquero destaca que “se han aprobado nuevas terapias para una
pequeña parte de pacientes con colangiocarcinoma, y desde el CIC se trabaja para aprobar terapias para otros tipos de mutaciones”.
La molécula genera un potente efecto supresor
La línea de investigación en la que se centrará Vaquero contempla “identificar
nuevas dianas del TGF-beta que permitan inhibir los cambios en el microambiente, al mismo tiempo que se conserven los efectos supresores del TGF-beta sobre la célula tumoral”. En investigaciones anteriores el investigador constató que “esta molécula genera un
potente efecto supresor del crecimiento de las células tumorales, por lo que se intentará tratar de entender las funciones que tiene el TGF-beta en distintos tipos celulares dentro del
microambiente tumoral para lograr dianas terapéuticas”.
"La investigación contará con cultivos en 2D y 3D en modelos in vivo de última generación"
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Para llevar a cabo este proyecto, Vaquero utilizará sobre todo “muestras de pacientes para realizar análisis, junto con distintos modelos celulares, tanto de
células tumorales in vitro como fibroblastos”. Además, la investigación contará con
cultivos en 2D y 3D en modelos in vivo de última generación, que permitirán, en palabras del investigador, “testar si estas terapias con buenas o malas para la progresión del
colangiocarcinoma”.
Después de haber colaborado en Catalunya con el
Hospital de Bellvitge y el Institut Català d’Oncologia (
ICO), Vaquero se traslada a
Salamanca para ponerse al frente de una nueva investigación dentro del CIC, y con el objetivo de “intentar conseguir muestras humanas dentro de la red de los
hospitales de Castilla y León” para agilizar los descubrimientos en este cáncer poco frecuente conocido como colangiocarcinoma.
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