El más que probable desembarco del
catálogo común de biomarcadores oncológicos en el
Sistema Nacional de Salud (SNS) antes del segundo trimestre del año abre la puerta a acabar con la
inequidad en lo referente a su
acceso en España. La Sociedad Española de Oncología Médica (
SEOM) ha sido una de las instituciones que lleva trabajando junto con el Ministerio de Sanidad en este escenario, y su presidenta,
Enriqueta Felip, afirma en
Redacción Médica que esta nueva realidad “dará lugar a nuevos proyectos de investigación, pero también producirá un
aumento en la experiencia y manejo de los
tratamientos diana ligados a estos biomarcadores”.
El salto de calidad que España adquirirá con
un catálogo de biomarcadores oncológicos dentro del SNS ayudará, en palabras de la oncóloga, a “
acabar con la inequidad en lo referente a su acceso que existe entre las diferentes comunidades autónomas e, incluso, entre los
distintos hospitales de una misma autonomía. Además, gracias a los biomarcadores podremos seleccionar
qué pacientes se pueden beneficiar más de un tratamiento y cuáles no, evitando unos posibles efectos secundarios y un gasto económico innecesarios. Actualmente, existen diferencias en el proceso de aprobación entre comunidades ya que
no hay una armonización en estos criterios”.
Tal y como afirma la espeicalista, la principal ventaja que llegará a suponer esta nueva realidad para la Oncología española es “
clasificar los tumores en distintos subtipos moleculares y seleccionar los tratamientos más eficaces y seguros para nuestros pacientes. Asimismo, proporcionan datos de vida real que redundarán en un mejor conocimiento de la enfermedad y aprendizaje por parte de los oncólogos”.
"Muchos tumores continúan huérfanos en la identificación de biomarcadores de respuesta"
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Felip quiere recordar que gracias a esta
medicina personalizada se ha logrado “
cambiar la historia natural de muchos tumores, como por ejemplo determinados subtipos de cáncer de pulmón y mama, logrando aumentar la supervivencia de los pacientes de forma considerable. Debemos seguir trabajando para que estos avances puedan llegar al mayor número de pacientes posibles, ya que
muchos tumores continúan huérfanos en la identificación de biomarcadores de respuesta o terapias dirigidas y, seguir cambiando la historia natural del cáncer. Todo ello mediante una estrategia común que garantice una equidad en el acceso al tratamiento de los pacientes y que venga acompañada de una formación y atención médica de calidad”.
Campañas de educación sanitaria y equidad territorial
Aunque el
catálogo de biomarcadores que saldrá primero será el del
cáncer, la especialista considera que todas las especialidades médicas tienen áreas que deben ser priorizadas: “Desde nuestro ámbito, cobran especial interés también las
estrategias de promoción de la salud con campañas de educación sanitaria que no solo ayudan a la prevención del cáncer sino a otras enfermedades con una alta tasa de morbimortalidad como las cardiovasculares. De especial interés también resulta la implementación, siguiendo una estratégica común, de los
programas de cribado de distintos tumores en las diferentes autonomías”.
"El paciente debe tener un acceso por igual a un tratamiento o un biomarcador concreto"
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Una de los
talones de Aquiles que SEOM espera que se revierta con este proyecto es el acceso igualitario de los pacientes a estos biomarcadores. “Todo paciente, independientemente del hospital o de la comunidad autónoma a la que pertenezca, debe tener un
acceso por igual a un tratamiento o un biomarcador concreto. De no estar disponible en el centro en cuestión se deben pautar directrices sólidas de trabajo en red y sistemas de derivación de pacientes para que este acceso sea igualitario. La última actualización de la Estrategia en Cáncer del SNS tiene prioridades como la
atención multidisciplinaria, la apuesta por los centros de referencia (tanto a nivel local, nacional o europeo) que concentren experiencia suficiente y que contribuyan a un acceso por igual a una asistencia de calidad, además de priorizar flujos rápidos de diagnóstico oncológico y molecular disminuyendo el tiempo de espera hasta el inicio del tratamiento”, reafirma la oncóloga.
El catálogo de biomarcadores generará más conocimiento
Otra de las ventajas que supondrá la llegada de nuevos biomarcadores afectará a los especialistas, ya que, tal y como afirma Felip, “un catálogo de biomarcadores común generará
un mayor conocimiento de la biología molecular del cáncer, lo que dará lugar también a nuevos proyectos de investigación, pero también, a nivel asistencial producirá un aumento en la experiencia y manejo de los tratamientos diana ligados a estos biomarcadores”.
La oncóloga es consciente de que aún queda un largo camino para
poder controlar y cronificar el cáncer, aunque se reafirma en que España está avanzando por el camino correcto: “Los avances en los últimos 10 años son innegables y se ha logrado cambiar la historia natural de ciertos tumores, como por ejemplo, algunos subtipos de cáncer de pulmón, de mama o melanoma, pero debemos seguir avanzando en la búsqueda de nuevos biomarcadores y posibles mecanismos de resistencia a los tratamientos diana para que estos avances puedan llegar al mayor número de pacientes y
seguir cambiando la historia natural del cáncer”.
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