El cáncer es una de las
principales causas de muerte relacionada con el trabajo en la Unión Europea (UE). Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año miles de personas desarrollan tumores debido a la vinculación a exposición a
carcinógenos en el trabajo. Por lo tanto, muchas de las muertes provocadas por ello se podrían evitar si se controlara la exhibición de los mismos. Eurostat acaba de publicar que durante 2013 y 2021 se reconocieron oficialmente en la UE un total de
33.712 casos de tumores profesionales. Concretamente, el 80 por ciento de ellos eran cáncer de pulmón y
mesotelioma (relacionado con la exposición al amianto).
De hecho, una de las características de estos tumores es que no aparecen inmediatamente y algunos
se registran tras 40 años de la exposición. Respecto a las cifras de 2020 (3.093) y 2021 (3.258), fueron
inferiores a la media observada de 2013-2019 (3.909 casos por año), debido al posible impacto de la pandemia de Covid-19 en los sistemas de salud.
Según los
datos de Eurostat, las
neoplasias malignas de bronquios y
pulmón tuvieron el mayor número de casos, con un total de 13.944 casos en ese período. Con un número ligeramente menor de casos fue el mesotelioma, con
13.530 diagnósticos en esos nueve años. Mientras que el tercero en volumen de tumores fueron los de
vejiga, 2.416. Asimismo, se detalla que se han detectado 1.526 casos catalogados en neoplasias malignas, 930 que corresponden a cavidades nasales,
887 de la piel y 479 de oído.
Compromiso de España con el cáncer profesional
Por su parte, desde el
Ministerio de Trabajo anunciaron este mismo año que se pondría en marcha una agenda nacional para
prevenir el cáncer profesional. En este sentido, se especificó que se trabajaría en mejorar el conocimiento,
el diagnóstico, la detección precoz, la notificación e información y la actuación preventiva con el fin de "reducir enfermedades relacionadas con el trabajo".
Esta iniciativa nació dentro de la
Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027 y fue respaldada por los sindicatos como Comisiones Obreras (CCOO), quienes han remarcado la importancia de
crear de la agenda nacional "porque esta enfermedad sigue siendo muchas veces oculta".
Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, explicó que dicha estrategia
es "un marco de referencia": "No solo orientara las políticas de seguridad y salud en el trabajo durante los próximos años, sino que también configurará un concepto de prevención integral directamente vinculado al trabajo digno y a las vidas digna".
Además, en esta hoja de ruta también se incluye la
perspectiva de género en materia preventiva en el ambiente laboral, además de la salud mental en este entorno. Desde el Gobierno quieren prestar especial atención a la influencia de los
factores psicosociales en el riesgo al deterioro de la salud mental de los empleados, sobre todo del
personal sanitario, sociosanitario, personal a domicilio y otros servicios esenciales.
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