El acceso a
medicamentos oncológicos innovadores se ha convertido en una preocupación creciente para los sistemas de salud públicos en
Europa. Aunque la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos contra el cáncer han experimentado un auge significativo en los últimos años, con un aumento considerable en el número de aprobaciones de medicamentos por parte de la
Agencia Europea de Medicamentos (EMA), los
desafíos financieros asociados a estos tratamientos han generado tensiones en los presupuestos de salud en la mayoría de países, excepto en Estonia, Alemania Islandia, Irlanda, Noruega Y Suecia tal y como lo explica la Organización para la cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Según su informe titulado ‘Acceso a medicamentos oncológicos en los países de la UE y la OCDE’, el
impacto presupuestario de los nuevos fármacos contra el cáncer ha cobrado mayor relevancia en las decisiones de
cobertura y
reembolso en la mayoría de los países europeos. En los últimos cinco años, la creciente preocupación por los
precios elevados de estos medicamentos, junto con el aumento en el número de nuevos tratamientos, ha llevado a muchos gobiernos a reevaluar cómo deben asignar sus recursos para asegurar el
acceso a terapias efectivas sin poner en peligro la sostenibilidad de sus sistemas de salud.
En línea con estas premisas, el
Partido Popular trasladó este martes a la ministra de Sanidad,
Mónica García, durante la sesión plenaria del Senado la reclamación de una financiación urgente de dos
fármacos para cáncer de mama metástico. Ante estas declaraciones, la ministra aseguraba el compromiso de su Cartera por asegurar el acceso a todos los tratamientos “de primera o de segunda línea”. Además, resaltaba que España es líder en “el acceso a aquellos medicamentos que todavía no están
financiados, pero que si un profesional así lo decide puede utilizar el método del uso de medicamentos en casos especiales”.
Precios al alza en los medicamentos oncológicos
Uno de los principales factores que está elevando las preocupaciones de los gobiernos europeos es el
precio elevado de los medicamentos oncológicos. A medida que las compañías farmacéuticas lanzan
nuevas terapias, muchas de ellas basadas en
tecnologías avanzadas como la inmunoterapia y la medicina personalizada, los costes de desarrollo y los precios de venta continúan creciendo. Esto, unido al
creciente número de aprobaciones de fármacos, está ejerciendo una presión adicional sobre los
presupuestos de salud, lo que dificulta a algunos países ofrecer acceso rápido a estos tratamientos, tal y como detalla la OCDE.
El documento destaca que, en países con sistemas de salud financiados públicamente, como Alemania, Suecia o los Países Bajos, los medicamentos con mayor beneficio clínico tienen un
alto nivel de cobertura. Sin embargo, en países con economías más pequeñas o sistemas de reembolso más limitados, como Chipre o Letonia, la demora en la cobertura puede extenderse a
más de tres años después de la aprobación a nivel europeo, lo que genera importantes disparidades en el acceso a
tratamientos oncológicos esenciales.
Otro factor que complica el acceso rápido a estos tratamientos es la
incertidumbre que a menudo rodea la
eficacia de los nuevos medicamentos oncológicos, según detalla la OCDE. Esto se debe a que muchas de estas terapias son aprobadas basándose en
estudios clínicos con resultados “limitados o incompletos”, lo que aumenta la dificultad para evaluar su verdadera efectividad en la práctica clínica.
Esta falta de evidencia ha llevado a varios países a implementar
acuerdos de entrada gestionada (Managed Entry Agreements - MEA) que permiten el acceso a estos tratamientos bajo “condiciones financieras específicas”, como descuentos confidenciales o acuerdos basados en los resultados clínicos.
Mejor acceso a fármacos oncológicos
Para la OCDE, las oportunidades de
lograr ahorros con genéricos y biosimilares aumentarán en los próximos años y décadas. Esto se debe a que los genéricos y biosimilares pueden llevar a
reducciones sustanciales de precios. En este sentido, existen diferentes políticas para estimular la utilización y el uso eficiente de estos fármacos cuando estén disponibles en la práctica clínica. Esto incluye políticas de precios de diversas formas.
Según los resultados de la encuesta de políticas de la OCDE de 2023 sobre el
desempeño de la atención del cáncer, en la mayoría de los países se han establecido sistemas de precios de referencia tanto para los genéricos como para los biosimilares. Estas políticas pueden ayudar a
controlar los precios tanto de los genéricos/biosimilares como del medicamento de referencia después de la
pérdida de la exclusividad en el mercado.
Además, la adopción de genéricos y, en particular, de biosimilares en la práctica clínica podría verse algo obstaculizada por políticas que no permitan o fomenten la
sustitución del medicamento de referencia, según señala el informe.
“Aunque las políticas de sustitución pueden generar
ahorros significativos, la mayoría de los países
no exigen la sustitución de los genéricos y pocos países la exigen para los biosimilares”, explica la OCDE.
“Se debería considerar la
sustitución obligatoria por el genérico/biosimilar más barato para los pacientes con cáncer que inician el tratamiento. Esto
ayudaría a estimular la competencia entre los productores de genéricos y biosimilares y podría crear un margen presupuestario considerable, que puede reinvertirse en nuevos
medicamentos contra el cáncer que ofrezcan beneficios clínicos sustanciales a los pacientes”, añade este organismo en su informe.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.