El descubrimiento de los puntos cuánticos y su sinterización permitieron a los investigadores
Moungi Bawendi,
Louis Brus y
Alexei Ekimov ganar el
premio Nobel de Química 2023. Este hallazgo se trata de un campo que va ganando fuerza dentro del diagnóstico y tratamiento experimental del cáncer, y
César Rodríguez Sánchez, oncólogo y presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (
SEOM), expone que “pese a que el uso de las
nanopartículas no es un concepto nuevo en Oncología, los puntos cuánticos pueden llegar a dirigirse a
puntos de control hechos a medida, además de ser
transportadores de fármacos antitumorales a dianas selectivas”. Pese a este gran abanico de posibilidades, el especialista reconoce que todos estos usos potenciales “están aún muy lejos de la práctica clínica real”.
Rodríguez da un gran valor al descubrimiento logrado por los Nobel de Química, ya que los puntos cuánticos “son un campo con un
gran potencial para diseñar estudios de imagen y
detectar enfermedad metastática en etapas muy precoces”. Otra de las ventajas que el oncólogo sospesa que, con el tiempo, los puntos cuánticos podrán alcanzar es “la
capacidad de fluorescencia y luz, permitiendo
identificar lesiones sobre las cuales realizar tratamientos concretos como la fotodinámica, dañando solo el
tejido tumoral. Esta técnica resultaría ideal para tratamientos locales en cáncer de pulmón”.
Rodríguez: "Los usos potenciales de los puntos cuánticos están aún muy lejos de la práctica clínica real"
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La principal novedad conseguida por los premiados al
Nobel de Química 2023 en relación al cáncer es, en palabras del oncólogo, “la creación de
nanopartículas más pequeñas que las existentes, por lo que se pueden sintetizar de manera específica para el uso que el especialista le quiera dar”.
Las nanopartículas en la investigación oncológica
Dentro de algunas jefaturas de
Servicio de Oncología españolas ya se ha empezado a estudiar la posibilidad de usar las nanopartículas y los puntos cuánticos para
monitorizar y tratar mejor el cáncer.
Joan Albanell, jefe del Servicio de Oncología del
Hospital del Mar, afirma en
Redacción Médica que “las nanopartículas permiten
encapsular y dirigir terapias antitumorales a las células cancerosas, aumentando la eficacia y reduciendo la toxicidad de las mismas”.
Albanell explica que su grupo de investigación está empezando a abrir
colaboraciones con grupos relevantes en el campo de la nanomedicina “para generar
terapias selectivas y potentes contra el cáncer. Sin embargo, su desarrollo clínico presenta retos y dificultades significativas para expandir su aplicación clínica”.
Toxicidades, la principal dificultad para lograr modelos in vivo
Hasta la fecha, el presidente de la SEOM destaca que ya existen m
odelos in vitro desarrollados con este tipo de nanopartículas, aunque la principal dificultad con la que se topan los investigadores es “crear
modelos in vivo que no tengan efectos adversos para el paciente. Es necesaria la modificación de estos puntos cuánticos, ya que generan
toxicidad”. Debido a esta realidad, Rodríguez está convencido de que su uso potencial “todavía está muy lejos de la práctica real, pero se trata de un paso muy importante para futuros tratamientos contra el cáncer”.
Albanell: "Los puntos cuánticos pueden generar toxicidades y acumulaciones de tejidos"
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Albanell sigue la estela del presidente de SEOM y destaca que una de las principales barreras en estos momentos para el uso de los puntos cuánticos es “su composición, que puede
generar toxicidades y la
acumulación de tejidos. Una vez se resuelva este escollo, se podrá dar el paso a la investigación en pacientes oncológicos”.
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