Un
análisis de sangre capaz de detectar hasta 50 tipos de cánceres. Esta es la noticia de la que tanto se habla al suponer un gran avance en el mundo de la Oncología. Una sencilla prueba que puede
diagnosticar hasta los tumores más silenciosos, agresivos o mortales. Este es el resultado de un estudio llevado a cabo por especialistas del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York y que, sin duda alguna, abre un nuevo camino en la prevención tumoral. Un avance que recibe el visto bueno de los oncólogos españoles, pero quienes, sin embargo, piden
cautela para no confundir a la población, ya que
aún se desconoce cómo se aplicarán estos resultados en la clínica, que finalmente será la clave de su éxito real.
Los resultados, presentados esta semana en el congreso de la
Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), celebrado en París, dan a conocer los datos relativos a
6.600 personas mayores de 50 años entre las que se detectaron 92 cánceres que los pacientes desconocían. Un descubrimiento que los oncólogos españoles ven como "
realmente interesante", pero que debe analizarse con precaución, ya que "aún hay
muchas preguntas sin resolver".
Estas son las palabras de
Pedro Pérez, jefe de Servicio de Oncología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. El especialista asegura a
Redacción Médica que "el poder
determinar mediante un análisis de sangre el riesgo de desarrollar un tumor es muy interesante, aunque hay un acuse de cosas a tener en cuenta aún por determinar".
Un parecer que también comparte
Mariano Provencio, jefe de Servicio de Oncología del Hospital Puerta de Hierro y presidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (
GECP). En este sentido, Provencio sería "
bastante cauto en la valoración final de estos resultados, porque ya se sabe que, en otras ocasiones de enfermedad avanzada, se puede detectar el cáncer antes de que tenga síntomas y no se condiciona la supervivencia".
Mariano Provencio: "Lo ideal es que los resultados obtenidos impacten en la supervivencia y eso aún no se ha demostrado"
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Por lo que "lo ideal es que los
resultados obtenidos impacten en la supervivencia y eso aún no se ha demostrado", añade Provencio. Asimismo, el oncólogo pide "ser bastante cautos en este tipo de cuestiones, ya que puede provocar que las personas piensen que con hacerse una prueba se puede detectar cáncer". Es decir, "es bastante interesante, pero no sería tan entusiasta con los resultados".
Llevar estos resultados a la rutina del oncólogo
Además, otra de las cuestiones que surgen es cómo se podría
aplicar estos nuevos descubrimientos en la rutina de los oncólogos. En este sentido, Pérez relata que "es un proceso que va a depender de
en qué grupo de población se demuestre útil. Si se sostiene que es útil en toda la población, por ejemplo, se tendrá que incorporar igual que se ha hecho la mamografía en mujeres mayores de 50 años".
Una vez establecido el grupo de edad, "debe ser
una herramienta que se establezca como universal, para que todas las personas que cumplan dicho perfil se puedan beneficiar, sin que haya limitaciones. Esto es así porque, aunque los estudios pueden ser muy caros al inicio, en el momento en que se generaliza, gracias al
avance de la tecnología, los costes se abaratan".
Una oportunidad que, si finalmente se establece a nivel mundial, resultaría más económica ya que, según Pérez, "
evitar cánceres es mil veces más barato que tener que tratar un tumor".
La objetivación del análisis de sangre que detecta cáncer
Según los especialistas, este tipo de estudios pueden ser muy
útiles para detectar otro tipo de cáncer, como el de
estómago u ovario, además de para el de mama o colón, en los que ya se sabe que son efectivos. Sin embargo, según Pérez, ahora
se presentan varios problemas: por un lado, "saber cómo se puede objetivizar todo esto, es decir, si por ejemplo se demuestra que una persona tiene más riesgo de cáncer de estómago, se le hace una gastroescopia y no se encuentra nada, ¿cuál sería el siguiente paso?".
Pedro Pérez: "Este tipo de pruebas deberían ser accesibles para todo el mundo y los precios de alguna de ellas no son baratos"
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Ante la falta de respuesta, Pérez apunta que "aún falta ver cómo se engrana eso en la
prevención realista de las personas". Y, por otro lado, el oncólogo señala "el difícil acceso de este tipo de pruebas de forma universal" como otro de los grandes problemas. Pérez es claro y considera que "
este tipo de pruebas deberían ser accesibles para todo el mundo y los precios de alguna de ellas no son baratos", concluye.
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