La clave para la
prevención del cáncer puede residir en el
sistema inmune en lugar de las
mutaciones genéticas, el enfoque actual de la mayoría de los esfuerzos contra el cáncer en todo el mundo, según apunta un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad de Dundee, en Reino Unido.
En total, 8 millones de personas mueren de cáncer en todo el mundo cada año. Los
hombres son significativamente más propensos que las mujeres a que se les diagnostique en el transcurso de sus vidas y las
probabilidades de desarrollar la mayoría de tipos de esta enfermedad aumentan dramáticamente con la
edad.
Durante décadas, se ha sabido que las mutaciones que surgen como resultado de una predisposición genética o de factores ambientales y de estilo de vida causan cáncer. La
visión tradicional es que la forma en que la incidencia del cáncer crece con los años podría entenderse y cuantificarse si se requieren mutaciones múltiples (típicamente de 5 a 6) en una célula para iniciar el cáncer. El equipo de Dundee, que también cuenta con investigadores de la Universidad Heriot Watt y la Universidad de Edimburgo, en Escocia, y el Instituto Curie, en Francia, ha demostrado que la disminución del sistema inmunológico con la edad puede ser
una razón más fuerte para la creciente incidencia de desarrollo de cáncer que las mutaciones múltiples.
Datos de 2 millones de casos
Siguiendo la hipótesis de que un sistema inmune envejecido puede resultar en tasas más altas de cáncer, así como conducir a que las
personas mayores sean más propensas a otras patologías, analizaron datos de
2 millones de casos de cáncer en el rango de edad de
18 a 70 años. Luego, desarrollaron una
ecuación matemática de cómo esperarían que la incidencia de cáncer aumentara en relación con un sistema inmune en declive y la compararon con los
perfiles de edad de 100 cánceres diferentes.
El rango de edad de los casos estudiados era de 18 a 70 años
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Su modelo mejoró los datos de la hipótesis de la mutación múltiple. Debido a que el sistema inmune generalmente disminuye más lentamente en las mujeres que en los hombres, también pudieron
explicar la diferencia de género en la incidencia del cáncer, algo que las mutaciones por sí solas no pueden explicar fácilmente. Esto sugiere que el sistema inmune, particularmente
a medida que disminuye, puede jugar un papel mucho más importante en el desarrollo del cáncer de lo que se pensaba anteriormente. Si se confirman otros estudios, esto podría tener implicaciones significativas para la
prevención y el tratamiento del cáncer en todo el mundo.
"Todavía es muy temprano, pero si se demuestra que es cierto, podría estar hablando de una
forma completamente nueva de tratar y prevenir el cáncer", afirma la autora principal, Thea Newman, exsubdirectora de investigación y profesora de Biofísica y Biología de Sistemas en Dundee.
El timpo disminuye con la edad
Una de las causas principales del envejecimiento del sistema inmune es la
reducción de la glándula del timo. Aquí es donde se producen las
células T, que circulan por el cuerpo y
matan células disfuncionales o agentes extraños. La involución tímica comienza alrededor de la edad de un año y el timo se reduce aproximadamente a la
mitad en cada 16 años, con la correspondiente
disminución en la producción de células T. Los investigadores encontraron una correlación extremadamente fuerte entre las posibilidades de que ciertos cánceres aumentaran y las nuevas poblaciones de células T cayeran. "La hipótesis de la
inmunovigilancia es que las células cancerosas están surgiendo continuamente en el cuerpo, pero que normalmente
el sistema inmune las mata antes de que pueda establecerse un nuevo tumor", afirma
Sam Palmer, quien inició la investigación en Dundee antes de pasarse a la Universidad Heriot Watt'.
"Las células T están constantemente buscando células cancerosas, buscando destruirlas. Si no pueden encontrarlas lo suficientemente pronto o si el sistema inmunológico es débil, entonces la población con cáncer tiene la posibilidad de crecer. Las posibilidades de que esto ocurra aumentarán con la edad, ya que el timo se está reduciendo todo el tiempo", argumenta.
"Para nuestro modelo, imaginamos
una guerra entre las células T y las células cancerosas, que las células cancerosas ganan si crecen más allá de un cierto umbral. Luego, establecemos que este umbral disminuye con la edad, proporcional a la producción de células T. Esta simple hipótesis puede explicar gran parte de los datos de incidencia de cáncer", subraya.
Más lento en mujeres
"El aumento de la incidencia de cáncer con la edad es más lento en las mujeres, algo que ingenuamente esperamos que sea efectivamente neutral en cuanto al género. Sin embargo, la
glándula del timo se contrae más lentamente en las mujeres, así que pudimos hacer una
predicción sobre la incidencia diferencial del cáncer con el género que una vez más muestra que nuestro modelo es más preciso que el modelo adicional", agrega
Luca Albergante, exmiembro de Dundee y ahora residente en el Instituto Curie
El equipo probó su modelo con los datos del programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales (SEER) del Instituto Nacional del Cáncer, con sede en Estados Unidos. Los resultados mostraron que
muchos cánceres parecen estar muy relacionados con la disminución del sistema inmunitario, mientras que otros están más vinculados con una
combinación de deterioro del sistema inmune y mutaciones múltiples.
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