La expresión de una proteína endógena BRAF (D631A) inactiva en ratones (correspondiente a la mutación BRAF humana D594A) induce a la aparición del adenocarcinoma de pulmón, según un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
El trabajo, publicado en la revista Nature, ha puesto en evidencia que la intensidad de la señal de la vía MAPK no es sólo un factor determinante en el desarrollo de tumores. De hecho, la cascada de señalización RAS-MAPK sirve como un nodo central en la transducción de señales de receptores de membrana al núcleo. Al mismo tiempo, da como resultado una toxicidad celular que puede servir como una barrera natural para la progresión del cáncer temprano en la tumorigénesis.
Dichos hallazgos sugieren que los umbrales definidos de la actividad de RAS-MAPK son necesarios para la homeostasis y la transformación maligna, pero faltan pruebas genéticas convincentes.
A raíz de eso, los investigadores del CNIO han identificado la inactivación de mutaciones BRAF en un subconjunto de KRAS impulsado por tumores pulmonares humanos. Posteriormente, usando modelos de ratón, han comprobado que la co-expresión de KRAS oncogénico y BRAF inactivo mejora notablemente el inicio del adenocarcinoma de pulmón.
Además, esta combinación acelera la progresión del tumor cuando la mutación BRAF inactivante está genéticamente inducida en tumores avanzados. Sorprendentemente, en este mismo descubrimiento se ha demostrado que, individualmente, las mutaciones inactivadoras de BRAF son también eventos oncogénicos que desencadena en adenocarcinoma pulmonar in vivo.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.