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El CNIO descubre una terapia combinada para tumores cerebrales agresivos

El uso conjunto de temozolomida y dianhidrogalactitol retarda el crecimiento de las células del glioblastoma

El Grupo de Tumores Cerebrales Fundación Seve Ballesteros del CNIO. A la derecha del todo, Massimo Squatrito.

12 abr 2021. 17.25H
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El Grupo de Tumores Cerebrales Fundación Seve Ballesteros del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha propuesto una novedosa estrategia terapéutica basada en la combinación de temozolomida y dianhidrogalactitol para tratar el glioblastoma, el tumor cerebral más frecuente y agresivo.

En la actualidad, el principal y casi único tratamiento para este cáncer es la combinación de radioterapia con temozolomida, una quimioterapia, previa a resección quirúrgica de la masa tumoral.

Como la mayoría de quimioterapias empleadas, la temozolomida induce daños en el material genético de las células tumorales, induciéndolas al colapso y muerte celular. Sin embargo, en casi la mitad de los pacientes, este tipo de tumor se vuelve resistente a este fármaco  y continúa creciendo incluso bajo tratamiento.

“Si bien la incidencia del glioblastoma no es excesivamente alta en adultos, son los tumores cerebrales más frecuentes para los que no hay tratamientos efectivos ni marcadores de respuesta al tratamiento o de la generación de resistencias”, apunta Massimo Squatrito, jefe del Grupo de Tumores Cerebrales del CNIO.

Algunos glioblastomas producen reordenamientos genómicos en el gen de reparación de ADN MGMT, lo que aumenta su producción, repara el daño inducido en el ADN por la temozolomida y el tumor consigue crecer y esquivar en el tratamiento.


Fallos en la ruta MMR de reparación del ADN


En este trabajo, que ha sido publicado en la revista Molecular Cancer Therapeutics, de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer, Squatrito y su equipo han estudiado la resistencia a la temozolomida, para lo que han usado líneas celulares de glioblastoma que tienen silenciados distintos genes clave.

Los resultados ponen de relieve cómo estas resistencias no solo dependen del gen MGMT, sino que también pueden estar mediadas por fallos en la ruta MMR (de reparación del ADN), de forma que cuando alguno de sus componentes está alterado, las células tumorales acumulan mutaciones que les confieren la capacidad de esquivar los efectos de la temozolomida.

Dianhidrogalactitol es un quimioterápico que es capaz de atravesar la barrera hematoencefálica y alcanzar el sistema nervioso central, donde induce daño en el ADN de las células tumorales. El fármaco está siendo testado para gliomas y otros tipos de cáncer como el de ovario, y está ya aprobado en China para el tratamiento de la leucemia mieloide aguda y el cáncer de pulmón.


Sinergia entre temozolomida y dianhidrogalactitol


Los resultados de este estudio demuestran que la combinación de temozolomida y el dianhidrogalactitol actúa de forma sinérgica in vitro sobre células tumorales, de forma que se observa un menor crecimiento de estas células respecto a cuando son tratadas con estos fármacos de forma individual. Los investigadores han observado resultados similares en ratones con tumorales cerebrales, los cuales sobreviven más tiempo cuando son tratados de forma simultánea con temozolomida y dianhidrogalactitol.

Además, los resultados obtenidos apuntan a que los efectos anticancerígenos del diagnohidrogalactitol son, a diferencia de la temozolomida, independientes del gen de reparación de ADN MGMT y de la ruta MMR.

“Nuestros datos demuestran que el dianhidrogalactitol podría ser un tratamiento efectivo que elude los mecanismos de resistencia que aparecen en el tratamiento con temozolomida”, explica Miguel Jiménez-Alcázar, primer firmante del artículo.

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