Investigadores de Noruega, Suiza y Estados Unidos han identificado diferencias relacionadas con la
edad en el
tejido mamario que contribuyen al mayor riesgo de las mujeres mayores de desarrollar
cáncer de mama. Los hallazgos, publicados este martes en la revista
Cell Reports, pueden ayudar a los científicos a comprender mejor cómo cambian las células mamarias durante el proceso de envejecimiento, permitiendo a los médicos detectar los signos de
cáncer antes.
Estudios previos han demostrado que, a medida que las mujeres envejecen, la composición de tejido mamario cambia. Los
progenitores multipotentes (células con la capacidad de desarrollarse en más de un tipo de célula) se acumulan en el cuerpo. Estos hallazgos fortalecen las sospechas de que la afluencia de células progenitoras puede conducir al cáncer.
Mark LaBarge: "Este es el primer estudio que identifica estas diferencias relacionadas con la edad a una resolución tan alta"
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“Presumimos que la acumulación de estos progenitores es
uno de los mecanismos que subyacen a una mayor susceptibilidad al cáncer de mama con la edad”, señala uno de los autores del trabajo, Mark LaBarge, profesor de Ciencias de la Poblacion en el City of Hope National Medical Center (California, Estados Unidos). “Vimos un atisbo de esto en datos pasados, pero este es el primer estudio que identifica estas diferencias relacionadas con la edad a una resolución tan alta”.
El equipo internacional, dirigido por James Lorens, profesor de Biomedicina en la Universidad deBergen, Noruega,
observó células de 56 mujeres y descubrió que, a medida que aumenta la edad del sujeto y se acumulan células progenitoras multipotentes en la capa epitelial del tejido mamario, se desarrollan en células luminales (epiteliales internas) defectuosas.
Estas células luminales defectuosas se parecen más a las células mioepiteliales (externas), dando a la capa luminal completa una apariencia menos consistente. Mientras tanto, la proporción de células mioepiteliales, que suprimen los tumores, disminuye.
Firma proteica en células mamarias envejecidas
"Pudimos demostrar que las células luminales relacionadas con la edad se derivaron de
progenitores luminales defectuosos que también se acumulan con la edad”, dice Lorens. “Este estudio nos dio una imagen mucho más profunda de los cambios que suceden con la edad y muestra la impresionante heterogeneidad que comprende el epitelio mamario". El equipo también pudo identificar una firma proteica que surge en las células mamarias que envejecen, un hallazgo que creen que puede estar directamente relacionado con la mayor susceptibilidad de las mujeres mayores al cáncer de mama.
Los cambios en la apariencia de las células que envejecen y las amenazas para la salud que pueden presentar esos cambios no son exclusivos del tejido mamario.
Los científicos han encontrado diferencias similares relacionadas con la edad con las células en la médula ósea y el cerebro. “La acumulación de células madre/progenitoras con diferenciación y función sesgadas puede ser un sello distintivo del envejecimiento en varios tejidos”, apunta la primera autora, Fanny Pelissier Vatter.
Los investigadores asignaron a las mujeres al grupo de edad correcto utilizando algoritmos basados en los tipos de células epiteliales presentes en sus tejidos
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Los investigadores analizaron datos de las muestras de células, mediante el uso de algoritmos, para crear un mapa virtual de fenotipos de células epiteliales, con más células de aspecto similar agrupadas más estrechamente. Estas agrupaciones visuales permitieron al equipo identificar
cambios mínimos en los tejidos mamarios de diferentes edades y sugirieron cómo podrían estar relacionadas las células que se ven diferentes.
También fueron capaces de asignar a las mujeres a su grupo de edad correcto utilizando algoritmos basados en los tipos de células epiteliales presentes en sus tejidos, una demostración de cómo de fuerte se correlacionan con la edad estas diferencias celulares. La excepción fue una muestra de células pequeñas de
un grupo de mujeres jóvenes que portaban el gen BRCA1, lo que las coloca en un riesgo inusualmente alto de desarrollar cáncer de mama. Sus células se parecían más a las de las mujeres mayores.
Los autores creen que pueden ayudar a los médicos a prevenir el cáncer al proporcionarles una mejor comprensión de cómo se alteran el tejido mamario y su microambiente circundante a medida que las mujeres envejecen. “Mapear los fenotipos celulares cambiantes durante el envejecimiento, y conectarlos a los fenotipos iniciales del cáncer, podría identificar posibles puntos de intervención”, concluye Lorens.
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