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"Los jóvenes oncólogos deben ser más ambiciosos para enfrentar al cáncer"

Los oncólogos Rafael López y María Gion analizan la situación de la especialidad en España desde dos generaciones

María Gion, oncóloga médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal; y Rafael López, presidente de la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO).

25 mar 2022. 18.40H
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POR ISABEL MARTÍN
La situación de la Oncología en España es algo que genera interés tanto a la sociedad como a los propios profesionales. No solo por los grandes avances en la lucha contra el cáncer, sino también por cuestiones como el déficit de las plantillas de estos especialistas, asegurar el relevo generacional o cómo la pandemia ha acentuado la brecha de género en la especialidad, según varios estudios.

Para resolver estas y más cuestiones, Redacción Médica ha acogido a dos oncólogos que viven la especialidad desde la perspectiva de dos generaciones distintas: Rafael López, jefe de Oncología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela y presidente de la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO); y María Gion Cortés, facultativa especialista en Oncología Médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y también miembro de la Fundación ECO. Los dos especialistas han mantenido una conversación en el plató de este medio en la que han abordado los principales ejes y desafíos de la Oncología en España.

Entrevista completa a María Gion y Rafael López en el plató de Redacción Médica.

¿Qué diagnóstico hacen de la Oncología española en la actualidad?

Rafael López: La Oncología Médica en España está en un momento revolucionario con el conocimiento científico y las nuevas adquisiciones en tecnología, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento. Además, tenemos un reto importante que es el adaptarnos al futuro. La Medicina va a cambiar en los próximos años, la Oncología está cambiando más rápido incluso que otras disciplinas y nos tenemos que adaptar. Para ver cuál es la mejor adaptación, María nos puede decir mejor cómo ve ella el futuro inmediato.

María Gion: Creo que es un momento realmente bonito de la Oncología, es un momento muy dinámico en el que están apareciendo cosas que te obligan a estar completamente actualizado y al momento. Hemos visto cómo en cinco años el tratamiento de algunos de los tumores va cambiando y con ello el pronóstico.

Además de todo esto, las técnicas de screening también ayudan a hacer un diagnóstico más precoz, mejorando la supervivencia de los pacientes y permiténdonos trabajar con tratamientos más novedosos, sobre todo con algunos tumores que se quedan un poco huérfanos y con ellos habrá que seguir trabajando en un futuro. Es una especialidad bonita en sí y lo que viene pinta bastante bien.

¿Cómo consiguen adaptarse tan rápido a estos cambios que comentan?

María Gion: En Oncología están comunicando continuamente nuevos datos y siempre tienes que estar actualizado. Esto también depende del tipo de Oncología que se lleve a cabo, ya que si estás más especializado en una patología concreta, pues ya es preocupación de cada uno mantenerse al día. Esto es más o menos sencillo al trabajar con compañeros que tienen más experiencia, aunque sí hay que estudiar mucho, algo que no dejamos de hacer nunca.

Rafael López: "El problema de España es la vuelta de los jóvenes oncólogos".

Rafael López: Los tumores están están cambiando continuamente y nosotros tenemos que adaptarnos a ellos. El próximo paso va a ser adelantarnos, pero para eso todavía falta un poco. En los próximos años se van a llevar a cabo cambios todavía más importante. No solo desde el conocimiento, sino también en la forma de trabajar de los especialistas. En este sentido, tenemos que cambiar la forma de afrontar al paciente con un trabajo multidisciplinar y multiprofesional.

¿Consideran que esa forma de trabajo multidisciplinar ya está implantada en la Oncología española o todavía queda margen para establecerla?

María Gion:  Se está implantando de una forma más o menos dinámica y creo que es un trabajo de todos nosotros. Pertenecemos a una especialidad que, en cierto modo, depende de otras, es decir, trabajamos en común con cirujanos o con radiólogos, por ejemplo. Entonces, poco a poco transmitimos todos los conocimientos a los compañeros para poder trabajar juntos y llegar a mejorar el pronóstico de todos los pacientes. Además, es lo que comenta Rafael, los cambios en cuanto a las patologías están yendo relativamente rápido y tenemos que esforzarnos en mantenernos a la par del desarrollo.

¿Cuáles son los principales retos de la Oncología?
 
Rafael López: El reto es curar el cáncer, ese tiene que ser el objetivo. Sabemos que no lo vamos a curar todo, pero si no podemos hacerlo, al menos intentar cronificarlo y que la gente fallezca de otras causas. El otro objetivo principal es tratar mejor al paciente, que se encuentre más cómodo y esté el mínimo tiempo posible en el hospital. Además, que tenga los mínimos efectos secundarios y que se pueda reincorporar a su vida habitual y social lo mejor y antes posible, con las menores consecuencias.

En este sentido, tenemos retos cientificos de conocer mejor el cáncer, como así lo establece el Plan Europeo, y también tenemos métodos o retos organizativos para cambiar la estructura. Esta segunda parte nos va a costar más porque habría que cambiar toda la estructura del hospital y de los centros de salud para conseguir el primer reto del que hablamos, que el paciente esté mejor atendido, de una forma más humana y más accesible. 

María Gion: "El objetivo es cronificar el cáncer siempre dando calidad de vida a nuestros pacientes".

María Gion: Todos tenemos un objetivo claro en el momento en el que nos ponemos a trabajar con esta enfermedad y es llegar a curar, cronificar el cáncer, dando siempre calidad de vida a nuestros pacientes, que al fin y al cabo es lo que todos queremos. Realmente el reto lo tenemos día a día y es ahí donde tenemos que trabajar, ofreciendo los mejores tratamientos a esos pacientes que tenemos en la cosulta e intentar mejorar su pronóstico poco a poco.

¿Qué necesita España para que la Oncología logre esos retos?

María Gion: Necesita investigación, es la base de lo que hacemos. En el momento que partimos de una enfermedad en la que tenemos mucho por hacer, la investigación es clave, es decir, es el pasado, presente y el futuro de esta especialidad. La investigación hay que hacerla desde dentro y también motivar a que se haga, no solo en nuestro campo, sino en el mundo médico y a nivel social. Hay que invertir en Oncología y en el desarrollo de nuevos fármacos y, para ello, es fundamental poder transmitir esta preocupación: hay cosas por hacer y tenemos que seguir trabajando en ellas.

Rafael López: Se necesita inversión porque sin dinero no se hacen cosas. España es el cuarto país en tamaño y en Producto Interior Bruto (PIB) de Europa y necesita multiplicar por 1,3 o 1,4 como mínimo ese PIB dedicado a investigación, además de invertir un poco más en cáncer ya que somos de los países que menos invierte en esta enfermedad. También se necesita más colaboración público-privada, hay que juntarse y trabajar por el objetivo común. Es decir, es necesario trabajar más en equipo, más en redes. Esto no es fácil y, no sé cuál es la visión de María pero en España es mucho más fácil que colabore un hospital de Galicia con uno de Madrid que dos de Madrid.

María Gion: Es cierto que intentamos estar más conectados porque cuando terminas la residencia tiendes a intentar conectarte con el resto de la gente. Pero es cierto que parece que cada hospital tiende a seguir su camino y es fundamental estar todos unidos. La colaboración tiene que ser cojunta, ya sea público-privada y también entre diferentes hospitales, porque lo que no tiene un hospital, lo puede ofrecer otro centro. Esto al final va de colaborar entre todos nosotros y por eso considero que es primordial trabajar en equipo y estar conectados con las redes para que la información fluya entre todos nosotros, entre las CCAA y los hospitales dentro de la propia región.

Isabel Martín, periodista de Redacción Médica; María Gion y Rafael López.


¿Cómo vive cada uno de ustedes, y su generación, esa necesidad de investigar el cáncer desde los hospitales?

María Gion: Se debe hacer más inversión en investigación porque siempre hace falta. En los hospitales hay diferentes tipos de investigación, básica y clínica, y podemos colaborar todos en cualquiera de estos campos. Todo empieza en la básica y pasa a la clínica con los ensayos, donde se realiza el desarrollo de los fármacos y por donde hay que pasar para llegar a esos tratamientos nuevos y ofrecerlos a nuestros pacientes. Esto es fundamental y necesitamos mucho apoyo económico.

Rafael López: Desde mi perspectiva, lo llevo mal. Tengo la fortuna de estar en un grupo en el que somos cerca de 80 personas que nos dedicamos a investigación básica y clínica, y las coronarias se me aprietan periódicamente por problemas de dinero. Entonces, parece que soy un pedigüeño porque estoy pidiendo dinero a todo el mundo pero, aunque parezca mentira, somos de los pocos países europeos y el único de los grandes países de la Unión Europea en el que grupos como el mío no tiene ningún fondo estructural. De hecho, si la crisis del coronavirus llega a durar dos años más y poniendo de ejemplo a mi grupo, nos hubiéramos quedado tan solo un tercio de nosotros porque no hay ningún fondo estructural que lo mantenga.

En ese sentido, ¿cómo se debería llevar a cabo esa estructura de financiación?

Rafael López: Primero deberíamos tener fondos estructurales, evidentemente, con evaluaciones periódicas de los grupos. También se deberían crear más grupos de investigación y exigir que trabajen en red para que no repitamos el mismo experimento o el mismo ensayo. Entonces, eso necesita favorecerse desde la propiedad público-privada y desde nuestra cultura.

Rafael López: "Es evidente que hay cierta brecha de bénero, no ya en puestos de trabajo, sino en puestos de directivos o como líderes de grupos de investigación"


¿Qué opinión les merece la brecha de género en el campo de la Medicina?

María Gion: Afortunadamente vamos hacia menos diferencias entre géneros, pero todavía queda mucho por hacer. Considero que el mundo médico antes era mayoritariamente de hombres. Mi madre es médica y dice que cuando ella iba a la facultad eran muy pocas las mujeres. En cambio, cuando yo iba a la facultad éramos mayoría. Ahora sí que somos más pero sigue existiendo cierta brecha de género. Es un trabajo que accedes vía examen, vía MIR, lo que impide que haya ciertas diferencias, pero todavía existe y queda  bastante camino por recorrer. No nos podemos relajar para que no haya ningún momento en el que surjan diferencias entre hombre y mujer.

Rafael López: Es evidente que hay cierta brecha de género, no ya en puestos de trabajo, sino en puestos de directivos o respecto a los grupos de investigación, donde hay menos mujeres que lideren. Hay que hacer una cierta discriminación positiva en este sentido, pero tampoco pasarse mucho porque si queremos premiar el talento hay que intentar poner primero ese talento y segundo el género para equilibrar.

En cambio, el problema no se da tanto en los hospitales o en los centros de salud, yo no tengo sensación de que haya discriminación a día de hoy. Lo que sí se ven son ciertas situaciones como la conciliación familiar que es una entelequia. Por ejemplo, María tiene que trabajar las ocho o nueve horas diarias, no puede trabajar si quiere cinco horas o tres días a la semana.

Maria Gion: En este sentido, sería muy importante equilibrarlo de alguna manera porque yo creo que como mujer siempre sientes que puedes tener algo de hándicap. Por ejemplo, si quieres conciliar tienes que dejar de lado parte de tu vida profesional. Y, aunque se están igualando las cosas, todavía de vez en cuando vemos algún resquicio de esa diferencia.

Rafael López: Por ejemplo, hace tres años, una investigadora de mi grupo, María Lafuente, tuvo que hacer una evaluación del Miguel Servet y durante el periodo tuvo dos embarazos. Bienvenidos sean, por supuesto, pero dos embarazos en un periodo corto le supuso una penalización y la mujer se armó de valor y consiguió que el Carlos III cambiase esos criterios. Pero estas cosas todavía existen a todos los niveles en la vida.

En su opinión, ¿las personas más veteranas, incluyendo a los gestores de hospital o a los líderes de grupos de investigación, deberían apoyar más a las mujeres?

María Gion: No está de más fomentarlo, desde luego. Sobre todo hay que dar facilidades en esos momentos ya identificados como hándicap profesional para no tener la sensación de que desconectas del todo con tu vida profesional. Habría que trabajar en ello para mejorarlo.

Rafael López: Y debe haber un equilibrio en todos estos aspectos y que se fomente de la misma manera en el hogar.

María Gion y Rafael López analizan cómo el SNS debería evitar la 'fuga' de batas blancas.


¿Consideran que la Oncología en España cuenta con el número suficiente de profesionales o existe un déficit?

Rafael López: No creo que haya una falta de profesionales, hablando como médicos. Probablemente hay un déficit de enfermeras. Hay que equilibrar las especialidades, las funciones y la forma de trabajar. Es decir, si tenemos una carga burocrática muy alta y nos quitan personal de Secretaría, ese trabajo lo tenemos que hacer nosotros, los médicos o las enfermeras, al final restamos horas de trabajo. La Oncología tiene que crecer en un futuro y hay que ir adaptándose al incremento de un tercio de cánceres que se prevén.

Hacen falta muchos más oncólogos pero se debe cambiar la forma de trabajar. Esta forma de trabajar de la Oncología en un futuro, tal y como yo la visualizo, tiene que ser un proceso más transversal donde el oncólogo fundamentalmente sea el director, además de las funciones que tenemos en diagnóstico y tratamiento. En este sentido, también se debe trabajar con equipos que actúen sobre un momento determinado de la enfermedad del paciente. Y, cuando este termine, que pase a otro equipo y así sucesivamente para incorporar a la Atención Primaria.


María Gion: Habría que analizar exactamente si es déficit o es sobrecarga. En el día a día se tiene la sensación de estar sobrecargado pero ocurre porque tienes que hacer ciertos trámites que te pueden quitar tiempo y, además, cada vez hay más volumen de pacientes. Hay que tener en cuenta que en la Oncología se están haciendo diagnósticos más precoces, también tenemos más pacientes diagnosticados con mejor supervivencia y un mayor número de pacientes en la consulta. En este sentido, creo que habría que analizar dónde se necesitan esos profesionales y cuándo se necesitan. No creo tanto en el déficit de profesionales, sino más bien en ver en qué momento se necesitan más profesionales y qué centro los requiere.

 Hacen falta más profesionales. Dependiendo de cada centro, puedes notar más o menos saturación en el día a día y nuestro trabajo va desde la investigación hasta la práctica clínica habitual; por lo que podemos notar un poco de sobrecarga. Por ello, se necesitan más compañeros para poder compartir la carga de trabajo.

María Gion: "Es una pena que exista esa 'fuga' de batas blancas en España y deberíamos intentar evitar que esto suceda"


En este sentido, ¿consideran que el relevo generacional en la Oncología española está asegurado?

María Gion: Sí, la Oncología está siendo una especialidad muy atractiva, a nosotros nos parece la más bonita y así lo vemos, y el relevo está garantizado por los nuevos médicos que están llegando. Además, hay que dar a conocer la especialidad más porque tiene una parte humana y científica preciosa y con un futuro espectacular.

Aunque también tiene una parte humana muy dura, a los que una persona nunca se acostumbra a vivir. Y esta parte también se tiene que conocer. Por ello, es una especialidad que sí está siendo atractiva, que nosotros tenemos que hacerla más atractiva aún y en la que habrá mucha gente nueva seguro.

Rafael López: Hasta ahora es una especialidad joven porque se han jubilado muy pocos oncólogos. El problema va a venir en los próximos 10 o 15 años donde se va a producir una jubilación masiva y eso no se ha planificado bien. Ese es el momento justo donde se va a producir una jubilación importante de oncólogos y habrá que reponerla. Ahí es dónde existirá el problema.

¿Cómo se debería afrontar ese problema?

Rafael López: Es un tema problemático porque, queramos o no, la profesión médica no está tan valorada como hace años ya que hay una cierta migración de la profesión. Especialmente en este país donde los salarios son una misera. Hace unos días se publicó un anuncio en el periódico donde se buscaban médicos de Atención Primaria en Francia y se les pagaba mensualmente unos 15.000 euros, además de dar todas las facilidades de instalarles en una casa, aprender el idioma y contratos indefinidos. Ante esa presión sobre la profesión, tengo la sensación de que la especialidad va a ir decayendo.

María Gion: Tiene que haber un cambio importante ya que nosotros siempre decimos que sobrevivimos por vocación porque terminas la residencia y encadenas contratos. En este sentido, es un trabajo muy bonito pero te tienes que motivar para que esta profesión siga siendo lo que era. Vivimos una situación complicada por las diferencias con otros países en cuanto al tipo de contrato y diferencias de sueldo. Por ello, es muy importante garantizar el que siga viniendo gente a la profesión.

¿La Oncología en España está sufriendo esa 'fuga' de batas blancas?

María Gion: Sí y la están sufriendo todas las especialidades. Siempre hay un momento en el que te planteas irte fuera porque llama la atención. En el caso de España, hay muy buena Medicina y los residentes salen muy bien formados tanto en Oncología como en otras especialidades. Es una pena que exista esa 'fuga' de batas blancas en España y deberíamos intentar evitar que esto suceda. Aquella persona que quiera irse, puede hacerlo porque es una gran oportunidad pero también se debería dar esa opción en nuestro país.

Rafael López: En España también hay fuga de oncólogos a la industria farmacéutica porque las condiciones laborales en general son mejores y más atractivas. Esto es algo que me preocupa mucho y es que cada vez son más los residentes los que terminan y se van a la industria farmacéutica.

La brecha de género en la Oncología, uno de los temas de la entrevista.


Esta 'fuga' de batas blancas, ¿es cada vez más frecuente en los centros en los que trabajan?

María Gion: Se ve aunque no es lo más frecuente porque al final todo el mundo, o la gran mayoría, tiende a quedarse donde se ha formado. Hay un punto en el que esas personas se lo plantean y al final se marchan. Pero no se debe solo al salario sino también al tipo de contratos que te puedan ofrecer. Eso a la larga puede ser más atractivo en otros sitios al igual que las oportunidades de investigación que ofrecen otros países, y es eso lo que tenemos que hacer aquí.

Rafael López: Es bueno que la gente se mueva y lo haga muchas veces. El problema que tenemos en este país, además del problema inicial de los contratos basura y la inestabilidad que hay siempre junto al infrasalario, es la vuelta a España. Es muy difícil porque tenemos un sistema tan rígido que si tú te vas cinco años a un país o a una industria, volver es casi imposible. Y eso sería realmente bueno abordarlo porque, además de traer gente formada que conoce otras estructuras y organizaciones, siempre podríamos mejorar, pero es una misión imposible. Dicho de otra forma, si ahora mismo en mi hospital sacasen una plaza de jefe del Servicio de Oncología, el mejor oncólogo del mundo no podría venir a trabajar a mi hospital.

¿Cómo podría nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) retener a los especialistas?

María Gion: Es complicado pero se deberían fomentar las buenas condiciones de trabajo aquí. Sobre todo por lo que hemos dicho de que la Oncología es una especialidad que va creciendo de forma muy rápida y tienes que estar muy encima, a la par de ella. Al final todo se traduce en inversión.

Rafael López: Tendríamos que cambiar muchas cosas como hacen nuestros compañeros europeos. Primero, unas condiciones laborales aceptables de inicio, pero después fomentar la competencia, la mejora continua incentivando positiva o negativamente nuestro trabajo. Es decir, el premio o el castigo prácticamente no existe en nuestros hospitales ni centros de salud y debería existir; porque si yo no trabajo, deberían 'castigarme' de alguna forma.

Rafael López: "Me gustaría que los jóvenes fuesen menos conformistas y más revolucionarios"


Con toda la información en la mesa, ¿qué mejorarían de la Oncología en España?

María Gion: Estamos en un momento muy importante en la Oncología, de continuo cambio y esto va a ir a más de forma muy rápida. Es muy importante que vayamos todos dirigidos al bien común del paciente, tanto en nuestra práctica habitual como en el desarrollo de nuevos fármacos. Las nuevas generaciones necesitamos apoyarnos en los más veteranos porque la Oncología ha sido algo dinámico y lo va a seguir siendo, sobre todo para poder estar actualizados e incentivar a todos a poder seguir caminando juntos.

Rafael López: Voy a empezar criticando a los jóvenes. Me gustaría que fuesen menos conformistas, que fuesen más revolucionarios y menos aburridos en las presentaciones. No digo que, en este caso, María lo sea, pero en las presentaciones están siempre con una 'tosta' de ensayos clínicos, de números, etc.

Por ello, les digo que piensen en grande, en el cáncer global, utilizando todas las herramientas de investigación, diagnóstico, tratamiento y gestión porque el cáncer es la enfermedad más importante que tiene la sociedad occidental y, además, es una enfermedad completa y se debe abordar desde todos los puntos de vista. Es decir, les digo que sean ambiciosos y que rompan la situación de confort en la que pueden estar cuando llegan a un Servicio.

María Gion: Estoy de acuerdo porque hemos crecido en una vorágine de números, de ir a una charla y ver nuevos datos de nuevas supervivencias. Es cierto lo que dice Rafael, tenemos que mirar más allá, la situación está como para ampliar las miras y ser ambiciosos, la Oncología lo está pidiendo.

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