Hasta la fecha, la
carne roja siempre se había considerado un
alimento muy poco saludable para el ser humano. Sin embargo, una investigación publicada en la revista científica Nature destaca que el ácido transvaccénico (
TVA, por sus siglas en inglés) dietético, elemento que se encuentra en la leche o la carne de vaca, tiene un gran potencial para mejorar el impacto de la
inmunoterapia en la Oncología y para el
tratamiento de tumores. Pese a este hallazgo,
Joan Albanell, jefe del Servicio de Oncología del
Hospital del Mar, deja claro en
Redacción Médica que “el estudio no investiga el impacto de la dieta con carne, lácteos o derivados, fuente principal de TVA, sino que únicamente se centra en el
efecto de este nutriente en la respuesta inmune”. Así pues, la conclusión a la que llega Albanell es que la investigación “no tiene ninguna implicación a la hora de
recomendar un tipo de alimentación”.
A través de un enfoque de cribado basado en compuestos de nutrientes sanguíneos, un grupo de investigadores de la
Universidad de Chicago afirma que el tratamiento con TVA mejoraba la citotoxicidad de las células de melanoma en ratones mediadas por las células T. Por otra parte, el potencial de crecimiento tumoral se atenuó notablemente en ratones alimentados con dietas enriquecidas con TVA, en comparación con ratones alimentados con dietas de control. Ante estos datos, el oncólogo destaca que, a nivel experimental, “se ha demostrado que la
suplementación con este nutriente específico aumenta la respuesta a la inmunoterapia del cáncer”.
Otra de las pruebas realizadas por los investigadores en
el estudio ligado al nutriente de las carnes rojas fue combinar diversos
tratamientos con este
tipo de nutriente. El resultado fue que el TVA, sumado a un tipo de inmunoterapia, permitirá atenuar el crecimiento de un tumor. Las CAR-T son una terapia ya asentada en el
tratamiento de enfermedades hematológicas como son los
linfomas o los mielomas. En otro estudio clínico prospectivo, los autores revelaron que los pacientes con linfoma y con niveles más elevados de TVA, lograron unos mejores resultados a la hora de usar las
CAR-T.
"Se ha demostrado que la suplementación con este nutriente específico aumenta la respuesta a la inmunoterapia del cáncer"
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Ante estos datos, otro camino que el especialista apuesta por empezar a estudiar es “el papel de otros
nutrientes en la circulación que puedan regular la respuesta inmune. Pese a ello, harán falta años para ver si el TVA se convierte en una manera de potenciar la inmunoterapia con la eficacia clínica”.
Identificación de mecanismos moleculares
Una de las principales conclusiones del estudio es que, a pesar de la gran diversidad de orígenes de alimentos y dietas, los estudios que analizan los nutrientes de forma individual pueden identificar
mecanismos moleculares para conocer su
influencia en la salud y en las enfermedades humanas. Además, también puede ser una fuente potencial de información en relación a la eficacia de las terapias.
"La investigación no tiene ninguna implicación a la hora de recomendar un tipo de alimentación"
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Pese a los resultados cosechados, los investigadores son prudentes y defienden que, pese a que el TVA tiene un efecto potencial positivo frente a los tumores, no se puede
generalizar a todos los cánceres ni en todas las personas.
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