Andrés Cervantes es el
nuevo presidente de la European Society for Medical Oncology (ESMO) para el periodo 2023 – 2024. El jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Valencia ha estado durante dos décadas en diferentes estamentos de la ESMO, hasta que este año ha llegado a la Presidencia de la sociedad médica. Desde la cúpula de dirección, Cervantes, en una conversación con
Redacción Médica, ha enfatizado que hoy por hoy en las facultades de Medicina los estudiantes no llegan a estar totalmente expuestos a los
tratamientos íntegros que hay contra el cáncer. Algo en lo que se debe trabajar, en su opinión.
No obstante, el propio oncólogo recalca que entre los países de la Unión Europea existen ciertas “inequidades” en cuanto a las terapias para el cáncer. Pone el ejemplo del cáncer de colon, al subrayar que la
expectativa de supervivencia de la patología varía en un 21 por ciento dependiendo del país comunitario en el que se trate la enfermedad. Cervantes se ve con “fuerzas y ánimo” para presidir la organización y hacer avanzar a la especialidad hacia unos tratamientos y fármacos más beneficiosos para la sociedad. Para ello apunta a la importancia del mundo académico, resaltando la
fortaleza de la Oncología europea, que argumenta, es capaz de crear ciencia y generar conocimiento.
¿Cómo afronta la Presidencia de ESMO?
Con mucho entusiasmo y con mucha responsabilidad. Vengo de dentro de ESMO, he trabajado 23 años en distintas estructuras de la sociedad médica como en el Comité de Educación, en las guías clínicas, en el aprendizaje electrónico y en la formación continuada. Por lo tanto,
conozco bien la sociedad y creo que eso me da fuerza y ánimo para presidirla adecuadamente.
¿Cuál será la primera medida que impulse al frente de la organización?
ESMO es una sociedad profesional que tiene casi
30.000 miembros. Puedo decir que he participado en este último trimestre en consenso con la presidenta saliente y con todo el equipo ejecutivo de ESMO llevando a cabo la medida de que todos los países con ingresos altos, medios y bajos y sus profesionales puedan ser
miembros de ESMO de forma gratuita. Es una medida que favorece a la diversidad dentro de ESMO y que ayuda a servir mejor a todos los profesionales, incluidos aquellos que vienen de países con menos ingresos
Hace unos meses, en una entrevista con Redacción Médica, manifestó su pretensión de potenciar el papel de ESMO en la toma de decisiones ligadas a las políticas públicas sanitarias de los países europeos. ¿Cómo piensa impulsar ese diálogo?
Este diálogo ya existe y lo estamos reforzando. A nivel de la Unión Europea (UE) ESMO tiene distintos comités, y quizás el más relevante y activo es el de las medicinas para el cáncer. En él se ha trabajado con la UE y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en aquella lista de
medicamentos que son esenciales para hacer frente al cáncer y que no pueden faltar en ningún país. Lo que ciertamente
impulsa la equidad y romperá las barreras que todavía existen en la Unión.
El punto aquí esta en el desarrollo de las normas generales, que pertenece a la UE como estructura de gobernanza. Sin embargo, las decisiones nacionales corresponden a los gobiernos nacionales. Es decir, Europa no decide sobre la sanidad en ninguna comunidad autónoma española, simplemente da
normas generales. Creo que establecer una relación con la Unión Europea de cara a participar en el
Plan Europeo de Lucha Contra el Cáncer, que es un plan ambicioso que la UE ha iniciado en estos dos últimos años y que planea desarrollar hasta 2030 una serie de objetivos muy pragmáticos, es un objetivo para ESMO por el que sumarse a la iniciativa.
"ESMO cuenta con una herramienta que cuantifica el beneficio de un nuevo fármaco"
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También abogó por hacer sostenible el sistema sanitario. ¿Qué medidas se podrían aplicar a nivel europeo para conseguirlo?, ¿se va a presionar de alguna forma desde ESMO para lograr que se implanten?
ESMO ya tiene algunas herramientas. La primera de ellas es la
Escala de Magnitud de Beneficio Clínico. Es una escala que cuando la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprueba un determinado fármaco, la Escala de Magnitud de Beneficio de ESMO aporta un valor añadido a este sistema, que nos dice
en qué medida se cuantifica el beneficio del nuevo medicamento. No es lo mismo un fármaco que cura un uno por ciento más de pacientes que uno que cura un diez por ciento más de pacientes. Al igual que no es lo mismo un medicamento que prolonga la supervivencia dos meses u otro que lo hace en 10 meses. Esta cuantificación del beneficio que los medicamentos ha de tenerse en cuanta de cara a priorizar su implementación.
Por otro lado, ESMO también está trabajando con el Comité de Medicinas para el Cáncer en un proyecto con el London School of Economics, con el fin de determinar
aspectos de fármaco-economía que puedan ayudar a la implementación de los medicamentos que más beneficios pueden aportar a la sociedad.
¿Qué herramientas tenemos a día de hoy para hacer el acceso a los fármacos universal?
La herramienta más común es una herramienta que desarrolla la OMS, que no es más que una
lista de fármacos esenciales. Si en todos los países del mundo se pudiera implementar esta lista de fármacos esenciales para tratamientos del cáncer, daríamos un paso adelante. En la UE, en cuanto a la supervivencia de pacientes de cáncer de colon, por ejemplo, la supervivencia a cinco años varía en países de entre un
48 y un 69 por ciento. Hay, por lo tanto, un 21 por ciento de diferencia absoluta en expectativa de supervivencia de determinados pacientes. Eso es un
signo obvio de inequidad que requiere de intervenciones. Pero las intervenciones no solamente están en los medicamentos, sino que también están en la implementación de programas de prevención, de diagnóstico temprano, de acceso igualitario a pruebas médicas y a medicamentos. Es algo que va más allá de los fármacos y que se refiere sobre todo a la equidad y al acceso universal. En definitiva, se refiere a la
sanidad. Es algo que todavía incluso en países de la UE se tiene que mejorar.
¿Qué diagnóstico hace de la Oncología europea en estos momentos?
La Oncología europea es potente, porque es una Oncología que tiene
capacidad de producir ciencia y conocimiento. ESMO se siente orgulloso de ser la sociedad que transmite y hace de correa de transmisión del conocimiento, y en este sentido es difícil ver cualquiera de las revistas relevantes del cáncer de todo el mundo donde no hay trabajos impulsados y realizados desde Europa. También las becas de los proyectos europeos han facilitado esta unión de investigadores de distintos países europeos para convertir en la fuerza más relevante tras EEUU en el impulso de los nuevos conocimientos.
"Debemos atraer y mantener el talento joven dentro de la especialidad"
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¿Europa cuenta con los suficientes especialistas para dar respuesta a las altas cifras de cáncer?
Europa dio un paso en importante en el año 2011, cuando reconoció la
Oncología Médica como especialidad en sí misma, independiente de otras especialidades que se dedican al tratamiento del cáncer. Esto ha supuesto un paso importante para la formación. Creo que la perspectiva en estos momentos es que el número de especialistas puede ser suficiente, pero de cara al futuro debemos mejorar, puesto que en el año 2030 se van a diagnosticar unos
tres millones de casos de cáncer en toda la Unión Europea. Eso requerirá una masa crítica de especialistas para poderla atender.
Por otro lado, también tenemos que trabajar en las facultades con los estudiantes de Medicina, ya que a día de hoy no están expuestos de manera suficiente a todo lo que supone el tratamiento integral del cáncer, sus avances y a la práctica profesional de la Oncología. Por ese motivo,
atraer y mantener talento dentro de la especialidad es un aspecto muy relevante.
¿Se invierte suficiente en nuevos tratamientos e investigación para el abordaje del cáncer?
Opino que el tratamiento en las innovaciones en el tratamiento del cáncer es algo que se ha limitado hasta ahora o hasta hace poco tiempo a la
industria farmacéutica. Una industria que ha sido la responsable de crear y desarrollar medicamentos, y de implementarlos. No obstante, quisiera subrayar la importancia del mundo académico en la innovación, porque no se pueden realizar las labores de creación e innovación de medicamentos
sin antes generar conocimientos para identificar nuevas dianas o aproximaciones. Ante la expansión de la inmunoterapia y particularmente de las terapias avanzadas, la terapia génica y la celular, la participación del mundo académico es mucho más significativa. Y en eso
Europa tiene una potencia relevante.
En Europa se han impulsado distintas medidas, como el EU4Health o el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, para el abordaje de esta enfermedad. ¿En qué se han traducido realmente?, ¿disponen de más herramientas los especialistas en Oncología?
Son planes que se han hecho de cara a tenerlos implementados en el año 2030. Lo que significa que la Unión Europea ha dotado este plan con una financiación de
cuatro mil millones de euros para desarrollar ejes relacionados con la prevención primaria del cáncer, el diagnóstico temprano, la atención a calidad de vida de los pacientes con cáncer y de los largos supervivientes. Hay que tener en cuenta que en la comunidad europea hay
doce millones de personas que han tenido cáncer y se han curado, pero que también pueden necesitar determinadas actuaciones para garantizar su salud futura, entre ellos 300.000 niños. Realmente la implementación de estos programas va a permitir que para el año 2030 hayamos alcanzado un desarrollo superior al que tenemos hoy en día.
También se ha aprobado instaurar una serie de cribados oncológicos de aquí a 2025. ¿Lo ve factible en Europa y España?
En España los programas del cáncer de mama y del cuello uterino son los que se deben implementar y están bien implementados. El modelo de prevención del cáncer de mama comenzó en nuestro país en los años 80 en Valencia. Es un
modelo de éxito que ha contribuido a que entre el año 1989 y 2021 globalmente se hayan salvado en Europa más de seis millones de vidas de pacientes que no han fallecido de cáncer, y una de las más exitosas es el
diagnóstico precoz. En España están implementados, pero la tasa de aceptación todavía es mejorable. Hay una proporción de la población que aunque es llamada a participar en estos programas no lo hace, y eso es un ámbito de mejora para poder implementar restas acciones. La comunidad europea tiene también un proyecto de implementar un programa de despistaje para el cáncer de pulmón que será después de 2025, que será también muy importante.
Además de su cargo como presidente de ESMO; España va a ostentar la Presidencia europea en el segundo semestre de 2023. ¿Cómo debería aprovechar ese potencial para dar un impulso al abordaje del cáncer?
En el segundo semestre de este año, en el mes de octubre exactamente, tendremos nuestro
congreso de ESMO en Madrid donde esperamos atraer a más de 30.000 profesionales de todo el mundo. Puede ser una ocasión para
promover la Oncología, interactuar con las autoridades y facilitar la visibilidad y los logros de la especialidad.
¿Qué medidas van a proponer para hacer frente al tabaquismo, teniendo en cuenta que es factor principal del cáncer de pulmón?
La tasa de reducción del tabaquismo es obvia. En el año 2022 en España tenemos un
20 por ciento de fumadores. Quizás parezca una cifra alta, pero hace 20 años era probablemente el triple o cuádruple. La UE se ha planteado ejercer una serie de acciones, fundamentalmente educativas y de prevención en personas más jóvenes, donde la tasa de fumadores en Europa en el año
2035 sea menor del 5 por ciento. Me parece que este logro, junto con la reducción del consumo de alcohol, con los hábitos saludables y la disminución de la contaminación atmosférica va a ser un logro para poder conseguir todos esos objetivos.
"Los cigarrillos electrónicos tienen el mismo riesgo de cáncer que los convencionales"
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¿Cómo afrontará el ESMO la ‘moda’ o el ‘boom’ de los cigarrillos eléctricos o vapeadores?
Nosotros no nos hemos pronunciado como sociedad, pero otras sociedades científicas han puesto en evidencia que los cigarrillos electrónicos
tienen el mismo riesgo de enfermedades respiratorias, enfermedades cardiovasculares y cáncer que el cigarro convencional.
Hay estudios que advierten que la incidencia de casos de cáncer ha aumentado en los últimos años en adolescentes y jóvenes. ¿Qué medidas podrían fomentar desde ESMO para hacer frente a este incremento?
En primer lugar,
hacer consciente a la población de este fenómeno. La Unión Europea estima que una de las causas más importantes en el incremento de la incidencia del cáncer es el
envejecimiento de la población. Lo cual es obvio, pero análisis muy recientes nos muestran que la incidencia del cáncer está aumentando de una manera muy importante en personas menores de 50 años, e incluso en personas de menos de 40 años. Quizás los cambios en los hábitos sociales y saludables no estén suficientemente implementados, para lo que creo que la acción de la educación sanitaria es fundamental.
¿Está la Oncología española a la altura del resto de la UE? ¿Qué medidas deberían adoptar los responsables sanitarios y políticos?
Sin duda. Antes decía que es difícil abrir una revista internacional sin encontrar autores europeos y autores españoles. Hay grupos de trabajos españoles muy bien desarrollados y muy bien estructurados. Un punto positivo que tenemos en España es que la
formación MIR en Oncología empezó en el año 1980. Es decir, 31 años antes que la UE reconociera la Oncología Médica como especialidad. Eso quiere decir que en España tenemos una tradición y desarrollo profesional que se traduce en la participación de muchos investigadores de los grupos españoles en programas de innovación, en ensayos clínicos y en estudios que cambian el perfil y la práctica estándar del tratamiento de los pacientes en Oncología.
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