En el marco de la
Semana del Cerebro la Sociedad Española de Neurología (SEN), tiene como objetivo concienciar la importancia de llevar a cabo
hábitos de vida saludable que fomenten la prevención activa del cerebro y las
enfermedades neurológicas, que afectan a un 16 por ciento de la población española. Mejorar el estilo de vida puede
reducir un 40 por ciento de los casos de alzhéimer y el 90 por ciento de los casos de ictus.
En los últimos años, son muchos los
estudios que señalan que llevar hábitos de vida saludables podría ayudar a reducir considerablemente el número de personas afectadas por una enfermedad neurológica.
Las enfermedades neurológicas afectan a más de
7 millones de personas en España. Algunas de estas enfermedades como la migraña, el ictus, el alzhéimer, el párkinson, o la epilepsia, figuran además entre las enfermedades con
mayor prevalencia entre la población, siendo la causa de más del 50 por ciento de los casos de
dependencia por trastornos crónicos.
En el caso de los
ictus, por ejemplo, que es la
segunda causa de muerte (la primera en mujeres) en España, casi el 90 por ciento de los casos se podrían prevenir con un adecuado control de los factores de riesgo y el tratamiento de estos. O, en el caso del
alzhéimer, que es la
primera causa de discapacidad en España, se calcula que la puesta en práctica de hábitos de vida saludables podría reducir hasta un 40 por ciento el riesgo de desarrollar esta enfermedad.
"El cerebro es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, pero a diferencia de lo que ocurre con otros órganos, éste no suele mandar señales de aviso de que algo no funciona correctamente hasta que el daño es importante. Por eso es muy necesario cuidarlo de forma continua", señala Jesús Porta-Etessam, Vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y responsable de la Semana del Cerebro.
Enfermedades neurológicas y confinamiento
Según un informe realizado por la Sociedad Española de Neurología (SEN), el 46 por ciento de los pacientes con
cefalea experimentó un empeoramiento de la situación clínica durante el confinamiento. Las personas con
párkinson tuvieron un
empeoramiento de sus síntomas durante esta situación. Desde diversas asociaciones de pacientes y centros neurológicos también se han realizado aproximaciones del impacto que ha tenido en personas con otras patologías neurológicas cifras semejantes.
"Aunque la situación actual no lo facilite, es muy importante que busquemos fórmulas para potenciar las relaciones sociales y afectivas, evitando la incomunicación o el aislamiento social. El cerebro humano es muy social y emocional y necesita de este tipo de estímulos para permanecer sano", agrega Porta-Etessam.
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