Científicos de la Universidad de Glasgow (Reino Unido) han descubierto un
nuevo tratamiento farmacológico capaz de
frenar la progresión de las enfermedades neurodegenerativas en ratones.
El estudio, publicado en la revista científica 'Science Signaling', descubrió que mediante el uso de un nuevo fármaco, que activa selectivamente una
proteína cerebral llamada receptor M1,
se podía prolongar la vida de los ratones que sufren neurodegeneración.
El receptor M1 es una
proteína cerebral clave, implicada en la memoria y el aprendizaje de las personas, y es una importante diana potencial para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.
En la actualidad, la enfermedad de Alzheimer es la forma más común de enfermedad neurodegenerativa y
afecta a más de 55 millones en todo el mundo.
¿Qué resultados muestra el estudio?
El estudio demuestra cómo muchas de las características de la enfermedad de Alzheimer en humanos, entre ellas la
pérdida de memoria y la inflamación del cerebro, pudieron tratarse en ratones cuando se les administró el nuevo fármaco, conocido como modulador alostérico positivo (M1-PAM). El avance descrito en este estudio indica que, más allá de tratar los síntomas, los M1-PAM también pueden ser
capaces de frenar la progresión general de la enfermedad.
El fármaco utilizado en el estudio es el resultado de
más de una década de investigación de los equipos de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee (Estados Unidos) y de la Universidad de Glasgow.
El equipo de la Universidad de Vanderbilt está probando actualmente un M1-PAM en humanos como tratamiento para la
pérdida de memoria en pacientes con la enfermedad de Alzheimer. El notable hallazgo publicado este martes apunta a la posibilidad de que la M1-PAM que se está probando actualmente en pacientes con Alzheimer para la pérdida de memoria pueda también ralentizar la progresión de la enfermedad de Alzheimer.
"El mundo necesita desesperadamente pistas sobre cómo detener las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, y nuestro estudio es de vital importancia, ya que demostramos que muchas de las características de la enfermedad observadas en nuestro modelo animal pueden
detenerse con nuestro tratamiento farmacológico", ha comentado Andrew Tobin, catedrático de Farmacología Molecular de la Universidad de Glasgow.
En la actualidad, los tratamientos para la enfermedad de Alzheimer sólo pueden dirigirse a los síntomas, incluido el deterioro de la memoria. A pesar de los considerables esfuerzos realizados por científicos de todo el mundo, los intentos de encontrar un fármaco que pueda
detener o ralentizar la progresión de la enfermedad han sido, hasta ahora, infructuosos. Sin embargo, los hallazgos de esta investigación ponen de relieve un posible nuevo candidato a fármaco que podría lograrlo.
"Se trata de un momento muy importante, ya que realmente tenemos la perspectiva no sólo de tratar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer, incluida la pérdida de memoria, sino que podríamos ser capaces de ralentizar la enfermedad y
aumentar la esperanza de vida de los enfermos de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer", ha añadido Craig Lindsley, científico principal de la Universidad de Vanderbilt.
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