El 26 por ciento de los casos de
hemorragia provocadas por una
rotura de
aneurisma cerebral, una manifestación especialmente grave de patología cerebrovascular,
no se diagnostican inicialmente porque se
confunden con una migraña, según un estudio llevado a cabo por médicos del Hospital del Mar de Barcelona.
El estudio, que
publica la revista Stroke, indica que este
mal diagnóstico, que en algunos casos llega a los
siete días, influye directamente sobre las posibilidades de
recuperación de los pacientes e incrementa un 12 por ciento las probabilidades de tener un
mal pronóstico respecto a los pacientes correctamente diagnosticados.
El síntoma más habitual de esta patología, que tiene una incidencia de entre nueve y 10 casos por cada 100.000 habitantes al año, es un
dolor de cabeza súbito y
muy fuerte y tiene una
elevada mortalidad y gran probabilidad de dejar
secuelas si no se diagnostica con rapidez.
El estudio se ha hecho con
más de 400 pacientes y, según sus autores, es el primero de este tipo publicado en los últimos 15 años en el mundo y el primero en España.
Principales síntomas
El trabajo resalta que los
principales síntomas de esta patología son un
dolor de
cabeza súbito y de gran intensidad, que a menudo se puede confundir con una migraña, así como rigidez en la zona cervical del cuello, por lo que se puede confundir también con una contractura cervical.
"El diagnóstico erróneo en la hemorragia subaracnoidea es una oportunidad perdida"
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Según el estudio, la
mayoría de los errores diagnósticos iniciales se dan
fuera del hospital (más del 60 por ciento) y un cinco por ciento de los pacientes llegan a consultar hasta en cinco ocasiones a un profesional médico antes de recibir el diagnóstico correcto.
Los autores reconocen que dado que el dolor de cabeza de inicio brusco es una
consulta médica muy frecuente y que la
prevalencia de los aneurismas cerebrales es
baja, identificar a los pacientes con riesgo
no siempre es fácil.
Además, implica derivarlos a un
servicio de urgencias hospitalarias para que les hagan urgentemente una tomografía computarizada.
Oportunidad perdida en la evolución
El primer firmante del estudio,
Ángel Ois, médico adjunto del Servicio de Neurología e investigador del Grupo de investigación Neurovascular del
Hospital del Mar, ha indicado que "el
diagnóstico erróneo en la hemorragia subaracnoidea es una
oportunidad perdida para una
buena evolución en los enfermos con s
ituación clínica menos grave y en demasiadas ocasiones tiene
consecuencias dramáticas para el
pronóstico".
Entre los pacientes estudiados, menos de la mitad, cuatro de cada 10, sufrieron secuelas por la enfermedad y el
diagnóstico erróneo se asoció con un
incremento del
12 por ciento de probabilidad de
sufrir secuelas en los pacientes que consultaron por dolor de cabeza.
Los autores del trabajo concluyen que hay que
concienciar a la población y a los
médicos ante esta patología y utilizar
criterios diagnósticos para diferenciarlos de los habituales en otras enfermedades.
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