Gracias a las BCI (Brain Computer Interfaces) las personas que conviven con una parálisis total pueden comunicar sus emociones o sentimientos, por primera vez. Se trata de interfaces cerebro-ordenador que tratan de interpretar ondas cerebrales y las transforman en acciones, es este caso, procesos de comunicación.
Responder ‘sí’ o ‘no’ puede resultar muy sencillo, pero no lo es tanto para personas que sufren ELA (esclerosis lateral amiotrófica). Sin embargo, la tecnología utilizada en un estudio de unos investigadores suizos ha conseguido que cuatro pacientes de ELA fuesen capaces de responder afirmativa o negativamente a las preguntas, a través de una interfaz cerebro-ordenador.
Conectar el cerebro con el ordenador
Las BCI establecen una conexión entre el cerebro de los pacientes y un ordenador. De esta forma, aunque las personas no puedan realizar ningún movimiento, el ordenador lee su actividad cerebral.
Durante la historia se han utilizado métodos más o menos invasivos para realizar esta conexión, como electrodos o sensores en el tejido cerebral donde la cirugía ha sido necesaria. En el estudio presentado, sin embargo, la actividad cerebral se midió con los cambios en el flujo sanguíneo del cerebro. Para esto, se usaron unos sensores sobre el cuero cabelludo de los pacientes que detectaban la cantidad de oxígeno en sangre para interpretar las respuestas de los pacientes que no podían moverse.
Según los investigadores, esta tecnología posibilita la comunicación en pacientes afectados por trastornos neurológicos como lesiones de la médula espinal o ICTUS.
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