Un estudio con más de 22.000 personas con esclerosis múltiple ha descubierto la primera
variante genética asociada con una progresión más rápida de la
enfermedad, que puede privar a los pacientes de su movilidad e independencia con el tiempo.
En la esclerosis múltiple (EM) el sistema inmunitario ataca por error al
cerebro y la
médula espinal, lo que provoca
brotes de síntomas conocidos como recaídas, así como una degeneración a largo plazo, conocida como progresión. A pesar del desarrollo de tratamientos efectivos para las recaídas, ninguno puede prevenir de manera notable la acumulación de discapacidad.
Los hallazgos del estudio apuntan a
una variante genética que aumenta la gravedad de la esclerosis múltiple, proporcionando el primer progreso real en la comprensión y, finalmente, en la lucha contra este aspecto de la
enfermedad. "Heredar esta
variante genética de ambos padres acelera el tiempo de necesidad de una ayuda para caminar en casi cuatro años", apunta Sergio Baranzini, profesor de neurología en UCSF y coautor principal del estudio.
"Comprender cómo la variante ejerce sus efectos sobre la gravedad de la
esclerosis Múltiple allanará el camino para una nueva generación de tratamientos que puedan prevenir la progresión de la enfermedad", señala Stephen Sawcer, profesor de la
Universidad de Cambridge y el otro coautor principal del estudio.
"Comprender cómo la variante ejerce sus efectos sobre la gravedad de la esclerosis múltiple allanará el camino para una nueva generación de tratamientos"
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Comprender la esclerosis múltiple
Para llevar a cabo el estudio se unieron dos grandes consorcios de investigación de EM: el
Consorcio Internacional de Genética de la esclerosis múltiple (IMSGC) y el
Consorcio de EM Múltiple (MultipleMS). Esto permitió a los investigadores de esclerosis múltiple de todo el mundo reunir los recursos necesarios para comenzar a identificar los factores genéticos que influyen en su pronóstico.
Estudios anteriores habían demostrado que la susceptibilidad, o el riesgo, de la
esclerosis múltiple se debe en gran parte a la disfunción del
sistema inmunitario, y parte de esta disfunción se puede tratar, lo que ralentiza la
enfermedad. Pero “estos factores de riesgo no explican por qué, diez años después del diagnóstico, algunos pacientes con EM están en
sillas de ruedas mientras otros continúan corriendo maratones”, explican los investigadores.
Los dos consorcios combinaron datos de más de 12.000 personas con EM para completar un estudio de asociación del genoma completo (GWAS), que utiliza estadísticas para vincular de forma cuidadosa las
variantes genéticas con características particulares. En este caso, los rasgos de interés estaban relacionados con la gravedad de la EM, incluidos los años que pasaron para cada persona desde el momento del
diagnóstico de esclerosis múltiple hasta llegar a cierto nivel de discapacidad.
La progresión de la esclerosis multiple
Después de examinar más de siete millones de
variantes genéticas, los científicos encontraron una variante que estaba asociada con una progresión más rápida de la
enfermedad. La variante se encuentra entre dos genes sin conexión previa con la EM, llamados DYSF y ZNF638. El primero está involucrado en la reparación de las
células dañadas y el segundo ayuda a controlar las infecciones virales. La proximidad de la variante a estos genes sugiere que pueden estar involucrados en la
progresión de la enfermedad.
Estos genes normalmente están activos dentro del
cerebro y la
médula espinal, en lugar del sistema inmunológico. Los resultados del estudio sugieren que la resiliencia y la reparación en el sistema nervioso determinan el curso de la progresión de la EM.
"Aunque parece obvio que la resiliencia de su cerebro a las lesiones determinaría la
gravedad de una enfermedad como la EM, este nuevo estudio nos ha señalado los procesos clave que subyacen a esta resiliencia”, apuntan los investigadores.
Los hallazgos proporcionan las primeras pistas para abordar el componente del
sistema nervioso de la EM.
Abordar la gravedad de la esclerosis múltiple
Para confirmar sus
hallazgos, los científicos investigaron la genética de casi 10.000 pacientes adicionales con esclerosis múltiple. Aquellos con dos copias de la variante presentaron una progresión más rápida de la
discapacidad.
Será necesario seguir trabajando para determinar exactamente cómo esta
variante genética DYSF, ZNF638 afecta al sistema nervioso en general. Los investigadores también están recogiendo un conjunto aún mayor de muestras de ADN de personas con EM, con la esperanza de encontrar otras variantes que contribuyan a la discapacidad a largo plazo.
Un estudio colaborativo sobre la esclerosis múltiple
El trabajo, publicado en la revista 'Nature', es el resultado de una gran colaboración internacional de más de 70 instituciones de todo el mundo, dirigida por investigadores de la UCSF (EE. UU.) y la
Universidad de Cambridge (Reino Unido). Han participado Yolanda Blanco, Sara Llufriu y Albert Saiz, de la Unidad de Neuroimmunología-Esclerosis Múltiple del hospital
Clínic Barcelona y del grupo Patogénesis de las enfermedades neuronales autoinmunes del IDIBAPS, y Xavier Montalban, Manuel Comabella, Sunny Malhorta y Luciana Midaglia del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (Cemcat).
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