La
miastenia es una enfermedad que se caracteriza por generar
debilidad y
fatiga rápida de cualquiera de los músculos bajo nuestro
control voluntario. Es causada por una ruptura en la comunicación normal entre los nervios y los músculos, y la
Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que en España padecen esta enfermedad neurológica unas
15.000 personas.
Esta enfermedad ha ido en aumento en los últimos años por lo que respecta a
Europa, y la SEN recuerda que existe una
tendencia creciente en el número de casos diagnosticados, sobre todo a expensas de una
incidencia más elevada en personas mayores de 50 años, hace que cada vez sea una
enfermedad más común.
Actualmente en
España, cada año, se diagnostican unos
700 nuevos casos de esta enfermedad que, aunque antiguamente generaba una elevada
morbilidad y
mortalidad, gracias a los tratamientos disponibles son muchos los pacientes que pueden controlar su enfermedad y sus síntomas. En todo caso, durante el curso de la enfermedad, es común que los pacientes puedan experimentar
exacerbaciones de los síntomas, que pueden ser espontáneas o debidas a algún factor desencadenante. Entre estos factores
desencadenantes, las
infecciones, el
estrés, el
embarazo, el
ciclo menstrual, y algunos
fármacos, suelen estar entre los principales.
Los tratamientos en la miastenia logran un control aceptable
“El
curso natural a largo plazo de la miastenia gravis es muy variable y a pesar de que la mayoría de los pacientes desarrolla progresión de los síntomas clínicos durante los dos o tres años iniciales, gracias a los tratamientos disponibles, a largo plazo se suele conseguir un
control aceptable de la enfermedad. Lo que hace que en la actualidad sean muchas las personas que consiguen pausar su progresión o incluso que sean prácticamente asintomáticos”, explica Alejandro Horga Hernández, Coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Neuromusculares de la Sociedad Española de Neurología.
Sin embargo, Horga afirma que “esto aún no ocurre en todos los casos. En aquellos pacientes que padecen miastenia gravis refractaria, también llamada
farmacorresistente, a pesar de los tratamientos, los pacientes no conseguirán
alcanzar mejoría y
padecerán frecuentes
recaídas e importantes repercusiones funcionales. Por esa razón es fundamental que se siga investigando en el desarrollo de nuevos tratamientos”.
Un 8,5% de españoles con miastenia, farmacorresistentes
A principios de este año se publicaba un estudio con los datos clínicos provenientes de
15 hospitales españoles incluidos en el
Registro Español de Enfermedades Neuromusculares del Ciberer (NMD-ES), lo que ha permitido analizar la mayor serie de pacientes farmacorresistentes reportada hasta la fecha. Los resultados del estudio muestran que
un 8,5 por ciento de los pacientes españoles con miastenia gravis son farmacorresistentes, y que estos son más frecuentemente mujeres y pacientes con debut temprano de la enfermedad.
En España el
60 por ciento de los casos que se diagnostican cada año corresponden a personas de entre
60 y 65 años, la miastenia puede afectar a personas de todas las edades. Si bien en
mujeres es típico que la enfermedad debute entre los
20-40 años y los
60-80, en los hombres es más habitual que lo haga a partir de la sexta década de vida. Aun así, en un
10-15 por ciento de los casos la enfermedad se inicia en la edad infantil y juvenil.
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