El
Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (Gecsen) ha publicado una nueva
guía para tratar de la mejor manera posible un
problema muy común dentro de la
especialidad médica, como es la
cefalea. Este trastorno del sistema nervioso resulta ser muy frecuente durante la
edad reproductiva, por lo que se ha querido indagar y conocer qué
medicamentos pueden ser los más
seguros para tratarla.
Por otra parte, el grupo de neurólogos que ha llegado a realizar esta nueva guía también hace hincapié en los
medicamentos que
no debemos emplear, además de sospechar cuándo podemos estar sufriendo
cefaleas secundarias. Las indicaciones están basadas en fármacos aconsejados durante las
cefaleas primarias más frecuentes, ya sea en su fase aguda como preventiva.
Esta guía tiene como objetivo ayudar a los médicos que tengan que enfrentarse a
casos distintos de pacientes embarazadas que sufran
cefalea con regularidad. De esta manera, la guía permitirá conocer todas las opciones terapéuticas que sean más seguras a la hora de receptarlas a los pacientes.
Los tratamientos, ligados a la gravedad de la crisis
Todos y cada uno de los
tratamientos recomendados irán ligados dependiendo de la
gravedad de la crisis. Si sufrimos un
riesgo moderado se deberán usar
analgésicos simples, como es el paracetamol. Por lo que respecta a la
segunda línea de tratamiento, está formada por los
antiinflamatorios no esteroideos (AINE), que se pueden usar durante el
segundo trimestre. En otras palabras, son fármacos seguros durante la lactancia.
Si se llegan a sufrir
crisis graves, los investigadores indican los
triptanes. El grupo de neurólogos ha llegado a realizar un análisis donde se estudia este tipo de medicamentos en más de
4.000 mujeres y el resultado ha sido que no se ha encontrado diferencias entre mujeres gestantes y las que no en las tasas de
teratogenia, aborto espontáneo y prematuridad. El medicamento más recomendado es el
sumatriptán, debido a que es el fármaco con más experiencia y seguridad hasta ahora.
Los triptanes no son un peligro para las mujeres embarazadas
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En este tipo de pacientes el
tratamiento más eficaz según la nueva guía son los
bloqueos anestésicos, evitando de esfa forma la vía oral o parenteral. De todos los anestésicos existentes, los más recomendados son la lidocaína o en muy baja dosis la bupivacaína o mepivacaína.
Se usarán también los
corticoides por vía parenteral de forma puntual y, si es posible, evitando a toda costa usarlos en el primer trimestre. Este fármaco es compatible con la
lactancia, pese a que se debe esperar entre 2 y 8 horas a la siguiente toma o realizar siempre una extracción previa.
En el segundo y tercer trimestre del
embarazo hay muy pocos casos de
migraña, por lo que el uso de
fármacos preventivos es reducido y solamente deberá ser usado por los pacientes que tengan una notable frecuencia de crisis. Se deben evitar los
desencadenantes y hacer uso de las medidas no farmacológicas. Los fármacos más recomendados en emabrazo y lactancia son los
betabloqueantes, principalmente el propranolol y metaprolol.
Las cefaleas tienden a mejorar gracias a factores hormonales
A lo largo de la gestación las
cefaleas primarias siguen siendo las más
frecuentes, especialmente la migraña. Este desorden neurológico acaba experimentando una mejora ligada a
factores hormonales, pese a que no siempre ocurre en las formas con aura. Por lo que respecta al resto de cefaleas primarias, hay muy pocos estudios sobre su evolución en
pacientes gestantes por baja prevalencia.
En este grupo en concreto se pueden descartas formas de
cefalea secundarias, que llegan a ser más comunes como las
trombosis de los senos venosos. Por lo que respecta a las pruebas complementarias, hoy en día no existen muchas restricciones, pese a que se recomienda las resonancias magnéticas a otras que usen radiaciones ionizantes.
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