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Los neurólogos alertan: dormir menos de 6h aumenta el riesgo de mortalidad

Según la SEN solo un tercio de los españoles duerme las horas necesarias durante los días laborables

Carles Gaig, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología.

12 mar 2020. 10.50H
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Déficits cognitivos, obesidad, hipertensión y mayor posibilidad de desarrollar enfermedades neurológicas son síntomas relacionados con la falta de sueño. De hecho, la Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que más de 4 millones de personas en España sufren algún trastorno de sueño crónico y grave. Por eso, con motivo del Día Mundial del Sueño, que se celebra este viernes, 13 de marzo, la SEN ha querido incidir en los problemas relacionados con no dormir.

"Existen muchos tipos de trastornos del sueño, pero el insomnio, el síndrome de las piernas inquietas, el síndrome de apneas-hipopneas del sueño, la narcolepsia, la hipersomnia idiopática, el trastorno de conducta durante el sueño REM, parasomnias NREM o trastornos del ritmo circadiano, son los más habituales entre la población española", explica Carles Gaig, Coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN. "Algunos trastornos son muy prevalentes, ya que el insomnio puede llegar a afectar hasta a un 30 por ciento de la población, y también se dan muchos casos de patologías graves, al menos un 10 por ciento de la población los sufre de forma crónica y grave".

"Los trastornos del sueño pueden alterar el sistema inmunológico o dañar las estructuras del cerebro"

Y, aunque los estudios realizados en la población española parecen señalar que los problemas de sueño son más frecuentes en mujeres y en personas de edad avanzada, aproximadamente el 20-25 por ciento de la población infantil sufre algún tipo de trastorno de este tipo. Además, y según los estudios disponibles, solamente un tercio de los españoles duerme las horas necesarias durante los días laborables.

También, y según datos de la SEN, entre un 20 y 48 por ciento de la población adulta española sufre, en algún momento de su vida, dificultad para iniciar o mantener el sueño y más de un 30 por ciento se despierta con la sensación de no haber tenido un sueño reparador. Pero a pesar de estas cifras, la SEN estima que más dos tercios de las personas que padecen problemas de sueño no buscan ayuda profesional.

Sin embargo, son numerosos estudios los que han demostrado que un sueño de calidad es básico para una buena salud. "Por el contrario, los trastornos del sueño pueden alterar el sistema inmunológico de las personas o dañar las estructuras del cerebro. La privación parcial crónica de sueño también causa déficits cognitivos, favorece el incremento de peso y la obesidad, así como la hipertensión arterial y produce un aumento de la incidencia de trastornos, principalmente los relacionados con el riesgo vascular, a su vez muy relacionados con enfermedades neurológicas como el ictus o el Alzheimer", comenta Carles Gaig. Por lo tanto, el riesgo de mortalidad aumenta "de forma significativa" en aquellas personas que duermen menos de 6 horas diarias.


El sueño en pacientes neurológicos


Por otra parte, la falta de sueño también influye en la calidad de vida de los enfermos neurológicos. Diversos estudios presentados en la última Reunión Anual de la SEN han que puede ser un factor cronificante de la migraña y que la calidad del sueño nocturno está muy afectada en los pacientes con migraña episódica. Además, los trastornos del sueño también son frecuentes en la esclerosis múltiple, puesto que la patología del sueño puede ser tres veces más frecuente en pacientes con enfermedades desmielinizantes, existiendo una relación entre los trastornos del sueño, la calidad de vida y fatiga.

En cuanto a la epilepsia, los trastornos de sueño son además una comorbilidad muy frecuente en estos pacientes. Por otra parte, diversos estudios epidemiológicos han mostrado que la duración y calidad del sueño se relaciona con deterioro cognitivo y alteraciones de biomarcadores de la enfermedad Alzheimer en población cognitivamente sana. Pero además, otra publicación presentada en la Reunión Anual de la SEN señalaba que la excesiva duración del sueño en pacientes con Alzheimer se asocia a peor rendimiento cognitivo y que la siesta entre 30-60 minutos se asocia a menores alteraciones conductuales y mejor rendimiento cognitivo sin empeorar los parámetros de sueño nocturno.

"Además de que cada vez más se apunta al mal sueño como un desencadenante o riesgo para determinados trastornos neurológicos como ictus, Parkinson o Alzheimer; la mala calidad de sueño también conlleva complicaciones para los pacientes que ya padecen una enfermedad neurológica. Y por otro lado, la progresión de diversas enfermedades neurológicas, sobre todo las neuromusculares, se pueden manifestar como un peor sueño nocturno. Por lo tanto, recomendamos no banalizar las alteraciones o cambios que se puedan producir en los patrones de sueño y consultar éstos siempre con un profesional", destaca Gaig.



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