La
exposición a radiaciones crónicas de baja dosis (las condiciones presentes en el espacio profundo) causa
deficiencias neuronales y conductuales en ratones, según publican investigadores norteamericanos en 'eNeuro'.
Estos resultados destacan la necesidad apremiante de
desarrollar medidas de seguridad para proteger el cerebro de la radiación durante las misiones en el espacio profundo mientras los
astronautas se preparan para viajar a Marte.
Se sabe que la radiación interrumpe la señalización entre otros procesos en el
cerebro. Sin embargo, los experimentos previos utilizaron exposiciones a la radiación a tasas de dosis más altas a corto plazo, lo que no refleja con precisión las condiciones en el espacio.
Cómo afecta al sistema nervioso
Para investigar cómo
los viajes al espacio profundo podrían afectar el
sistema nervioso, Charles Limoli y sus colegas de la Universidad de California Irvine, la Universidad de Stanford, la Universidad Estatal de Colorado y la Escuela de Medicina del Este de Virginia
expusieron a los ratones a radiación crónica de baja dosis durante seis meses.
Descubrieron que la exposición a la radiación
perjudicaba la señalización celular en el hipocampo y la corteza prefrontal, lo que resulta en problemas de aprendizaje y memoria. También observaron un aumento de los comportamientos de ansiedad, lo que indica que
la radiación también impactó la amígdala.
Los investigadores predicen que durante una misión en el espacio profundo, aproximadamente uno de cada cinco astronautas experimentaría un comportamiento similar a la
ansiedad y uno de cada tres experimentaría ciertos niveles de
deterioro de la memoria. Además, los astronautas pueden luchar con la toma de decisiones.
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