El 24 de mayo se conmemora el
Día Nacional de la Epilepsia, una
enfermedad neurológica caracterizada por la predisposición del
cerebro a generar
crisis epilépticas. La Sociedad Española de Neurología (
SEN) estima que en
España la padecen unas
400.000 personas y que
cada año se detectan entre
12.400 y 22.000 nuevos casos. En
Europa, afecta a unos 6 millones de habitantes y se registran unos 400.000 nuevos casos anuales.
Las crisis epilépticas representan el 1-2 por ciento de las
urgencias médicas (el uno por ciento en adultos y el dos por ciento en niños) y son la segunda causa de
asistencia neurológica en
emergencias, la segunda causa de
consulta ambulatoria neurológica, y la tercera causa neurológica de
hospitalización, no solo debido a la presencia de crisis epilépticas, sino por los
accidentes derivados.
“La epilepsia es una de las causas de consulta más frecuentes en un servicio de Neurología y es además una de las enfermedades que más afectan a la
calidad de vida del paciente”, señala
Francisco Javier López, coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología. “Hay que tener en cuenta de que se trata de una
enfermedad grave, generalmente
crónica, y que suele estar asociada a
estigmas, comorbilidades y a un
coste económico elevado”.
Porque, según datos de la SEN, el 50 por ciento de los pacientes viven
estigmatizados, su
expectativa de vida está
reducida entre
2 y 10 años, y su tasa de mortalidad es 2-3 veces mayor que la de la población general. Además, el 60 por ciento de los pacientes asocian trastornos psiquiátricos, neurológicos o intelectuales, lo que hace que el número de pacientes con discapacidad por epilepsia en edad activa en España sea superior a las 26.000 personas.
El coste total en Europa es de 20 billones de euros anuales
La Organización Mundial de la Salud (
OMS) señala que la epilepsia es la segunda enfermedad neurológica en años de vida potencialmente perdidos o vividos con
discapacidad. Por otra parte, en
Europa, el coste total de la epilepsia se estima en
20 billones de euros por año, cuando el tratamiento farmacológico solo representa un tres por ciento. Y, en España, el coste medio anual de los recursos utilizados por un
paciente farmacorresistente ronda los
7.000 euros.
"La predisposición genética o padecer algún tipo de anomalía o lesión cerebral suelen ser las causas más habituales para padecerla"
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“La epilepsia puede tener muchas causas, aunque la
predisposición genética o padecer algún tipo de
anomalía o
lesión cerebral, suele ser las causas más habituales. Y, aunque afecta a todos los grupos de edad, su incidencia es mayor en niños, adolescentes y ancianos”, destaca Francisco Javier López. “Por otra parte, hay que tener en cuenta que no todas las crisis epilépticas se manifiestan en forma de
convulsiones –estas solo representan el 20-30 por ciento del total-. Presentar
ausencias,
falta de respuesta a estímulos o realizar
movimientos automáticos repetidamente, entre otros, también puede ser debido a que el paciente esté sufriendo una crisis epiléptica”.
Esta
heterogeneidad en los
síntomas de la enfermedad hace que hasta el 25 por ciento de las crisis puedan pasar inadvertidas por pacientes y familiares y que el retraso en el diagnóstico de esta patología pueda alcanzar los 10 años. Además, en el 20 por ciento de los pacientes con crisis no controladas existen
errores diagnósticos.
“Un diagnóstico precoz y un manejo terapéutico adecuado tienen como resultado un mejor control de la epilepsia, mayor calidad de vida, reducción del coste económico asociado y un mejor pronóstico a largo plazo. Por lo tanto, se deben dedicar esfuerzos para que tanto la sociedad en general como el
personal sanitario mejoren sus
conocimientos sobre esta enfermedad, así como para facilitar información veraz sobre la epilepsia que evite conductas de rechazo por desconocimiento”, comenta Francisco Javier López.
El
pronóstico de los pacientes al inicio de su epilepsia puede categorizarse en tres grupos:
remisión sin tratamiento,
remisión con tratamiento o presentar
crisis epilépticas persistentes a pesar del tratamiento. Porque, mientras que la enfermedad
remite de
forma espontánea en un cuatro por ciento de los pacientes adultos al año –en niños esta cifra es aún mayor- y más de un 70 por ciento de los pacientes consiguen controlar su enfermedad gracias al
tratamiento farmacológico existente, aproximadamente el 25 por ciento de los pacientes son farmacorresistentes, es decir, no consiguen controlar sus crisis epilépticas después de haber utilizado al menos dos tratamientos apropiados y adecuados en monoterapia o politerapia.
Epilepsia farmacorresistente
En España, actualmente, existen unos
100.000 pacientes con epilepsia farmacorresistente, que ven aumentado el riesgo de muerte prematura, traumatismos, alteraciones psicosociales y una mayor comorbilidad y, por lo tanto, una menor calidad de vida.
"Un diagnóstico precoz y un manejo terapéutico adecuado tienen como resultado un mejor control de la epilepsia"
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En los últimos 25 años, se ha producido un importante aumento de las
opciones terapéuticas para tratar la epilepsia lo que hace que, actualmente, aproximadamente un 50 por ciento de los pacientes puedan
controlar sus crisis con
un solo medicamento y alrededor de un 25 por ciento lo consigan tras realizar algún cambio en el tratamiento o combinar varios.
Pero, a pesar de que en los últimos 20 años se han comercializado
17 nuevos fármacos específicos para la epilepsia, éstos no han conseguido modificar el porcentaje de pacientes farmacorresistentes existentes.
“En estos casos, alrededor del cinco por ciento de los pacientes podría beneficiarse del tratamiento quirúrgico. Actualmente en España se realizan unas
300 intervenciones quirúrgicas a pacientes farmacorresistentes y entre el 55-85 por ciento de los pacientes consiguen buenos resultados”, señala Francisco Javier López. “En caso contrario se recurrirá a procedimientos de
cirugía paliativa o
sistemas de neuroestimulación. Otras alternativas, como la
dieta cetógena, también pueden considerarse en pacientes seleccionados”.
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