El
diagnóstico precoz y comprender mejor la
esclerosis múltiple son dos de los principales retos que la Neurología espera conseguir para abordar con garantías esta enfermedad. El
Hospital de Bellvitge ha identificado un
nuevo biomarcador de resonancia magnética capaz de detectar focos de
inflamación cerebral crónica asociados a las formas progresivas de la esclerosis múltiple. Ahora, el siguiente paso de los investigadores es medir de manera objetiva las
lesiones de ribete de paramagnético, que permitirá evaluar el valor pronóstico y diagnóstico de este hallazgo, antes de pasar a la fase clínica.
Uno de los principales artífices de este descubrimiento es el neuroradiólogo del Hospital de Bellvitge
Pablo Naval, que afirma en
Redacción Médica que este tipo de biomarcadores permiten “cuantificar de manera objetiva y automatizada los
focos de inflamación cerebral crónica, que pueden tener valor pronóstico". La
esclerosis múltiple, en palabras del investigador, es una enfermedad “muy variable, por lo que la
detección precoz de la de aquellos pacientes que van a hacer progresión de la discapacidad es vital. Debido a ello, se decidió analizar las características de las lesiones de sustancia blanca cerebral llamadas de ribete de paramagnético”.
La
detección clínica de los pacientes en formas progresivas a menudo ocurre cuando el paciente empieza a tener un grado de deterioro clínico provoca que, según Naval, “el beneficio que se pueda conseguir no sea tan relevante”. Debido a ello, la
resonancia magnética es una herramienta útil, pero difícilmente detecta secuencias avanzadas: “Es una lesión difícil de estandarizar y por eso las guías clínicas no la incluyen”.
"Es una lesión difícil de estandarizar y por eso las guías clínicas no la incluyen"
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El especialista afirma que el estudio destaca que estas lesiones, a la hora de ser observadas en una
secuencia T1, la más estándar en resonancia magnética, “son
muy oscuras y se pueden cuantificar. La hipótesis es que hay una
infamación activa que provoca un daño profundo y por eso son tan oscuras, es como un tejido licuado. Cuando son crónicas,
recuperan la mielina y el brillo normal se recupera. Esto permitirá diferenciar las lesiones crónicas inactivas, más brillantes, que las activas”.
Un marcador subrogado para detectar las lesiones
Aún es pronto para asegurar que el descubrimiento logra
detectar precozmente las formas progresivas de la esclerosis, por lo que Naval califica el hallazgo como un “
marcador subrogado, ya que las lesiones de ribete de paramagnético tienen un valor pronóstico y se puede detectar de manera más fácil y de forma más objetiva estas lesiones”.
"La idea es realizar investigaciones prospectivas para evaluar la aplicabilidad clínica y repercusión de este biomarcador"
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Hasta ahora se han estudiado las lesiones de un total de
20 pacientes y la meta que persigue el especialista es conseguir estudios más grandes para “poder
analizar nuevas lesiones. La idea es realizar investigaciones prospectivas para evaluar la aplicabilidad clínica y repercusión de este biomarcador”. De momento, Bellvitge será el único hospital que seguirá investigando en esta línea, pero Naval no descarta que más adelante se añadan más centros para extrapolar resultados en otros contextos y tipos de pacientes.
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