Las ondas gamma se muestran distorsionadas per se en el paciente con esta enfermedad.

09 dic 2016. 10.30H
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POR REDACCIÓN
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), en Cambridge, Massachusetts (Estados Unidos), han demostrado su capacidad para reducir las placas beta-amiloides observadas en la enfermedad de Alzheimer al estimular con ondas gamma la corteza visual de ratones.

Estas ondas contribuyen a que el cerebro suprima la producción de beta-amiloide y revitalice las células responsables de destruir las placas.

Sin embargo, se necesita más investigación para delimitar si un enfoque similar ayuda a los pacientes aquejados de la enfermedad de Alzheimer, según ha señalado el autor principal del estudio, Li-Huei Tsai, profesor de Neurociencias, director del Instituto Picower para el Aprendizaje y la Memoria en el MIT.

“Es un gran ‘si’ porque tantas cosas que se ha demostrado que funcionan en ratones, fallan en humanos”, ha precisado Tsai.

“Pero si los seres humanos se comportan de manera similar a los ratones en respuesta a este tratamiento, el potencial es enorme, porque es no invasivo y es muy accesible”, ha aclarado este investigador, cuyo trabajo se publica en la edición digital de este miércoles de Nature.

Tsai y Ed Boyden, profesor asociado de Ingeniería Biológica y Ciencias Cerebrales y Cognitivas en el Laboratorio de Medios del MIT y el Instituto McGovern para la Investigación del Cerebro (y quien también es autor del documento de Nature), han creado una empresa llamada Cognito Therapeutics para realizar pruebas en humanos.

Los principales autores del trabajo son la estudiante de posgrado Hannah Iaccarino y la investigadora de Media Lab Annabelle Singer.

“Este importante anuncio puede ser el preludio de un avance en la comprensión y el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, un terrible trastorno que afecta a millones de personas y sus familias en todo el mundo”, ha reflexionado Michael Sipser, decano de la Escuela de Ciencias del MIT.

Deterioro de ondas gamma en roedores con alzhéimer

En otra investigación, ratones que fueron programados de forma genética para desarrollar alzhéimer, pero aún no mostraban acumulación de placa o síntomas de comportamiento, Tsai y sus colegas descubrieron la emisión de ondas gamma deterioradas durante patrones de actividad que, se sabe, resultan esenciales para el aprendizaje y la memoria mientras los animales caminan por un laberinto fabricado ex profeso.

A continuación, los investigadores estimularon las ondas gamma a 40 hercios en una región cerebral llamada hipocampo, la cual es crítica en la formación y recuperación de la memoria. Estos estudios iniciales se basaron en una técnica conocida como optogenética, cuyo copionero es Boyden y que permite a los científicos controlar la actividad de las neuronas modificadas genéticamente aplicando luz brillante sobre ellas.

A partir de este enfoque, los científicos estimularon ciertas células cerebrales conocidas como interneuronas, que luego sincronizan la actividad gamma de las neuronas excitatorias. Después de una hora de estimulación a 40 hercios, los autores detectaron una reducción de entre el 40 y el 50 por ciento en los niveles de proteínas beta-amiloides en el hipocampo. En cambio, la estimulación en otras frecuencias, de 20 a 80 hercios, no produjo esa bajada.

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