La undécima revisión de la
Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) recoge la
enfermedad cerebrovascular entre las del sistema nervioso y no del aparato circulatorio, como en anteriores versiones. Esto implica que ya no se debe incluir al
ictus como enfermedad cardiovascular, un reconocimiento por el que los neurólogos llevan años luchando.
La CIE-11 aún no ha sido implementada en los sistemas de registros, aunque se publicó por primera vez en 2018 y fue respaldada oficialmente por todos los miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante la 72ª Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2019.
Su desarrollo abarc
ó más de una década de trabajo e involucró a más de 300 especialistas de 55 países divididos en 30 grupos de trabajo. Su entrada en vigor se hará oficial el 1 de enero de 2022, aunque cada país elige cuándo adoptarla. Ya pueden implementarla.
Según la versión 09/2020, las
enfermedades cerebrovasculares son enfermedades del sistema nervioso. Las describen como "un grupo de disfunciones cerebrales relacionadas con enfermedades de los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro". Incluyen, por ejemplo, la hemorragia intracerebral, la hemorragia subaracnoidea y el
accidente cerebrovascular isquémico cerebral.
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