Investigadores de la Universidad de Columbia y el Presbyterian Hospital de Nueva York (Estados Unidos) han concluido que existe un mayor riesgo de accidente cerebrovascular o ictus ligado al embarazo que, además, sólo han observado en mujeres jóvenes, según un estudio publicado en la revista JAMA Neurology.
En este sentido, se estima que 34 de cada 100.000 mujeres embarazadas sufren un ictus durante el periodo de gestación, pero estudios previos apuntaban que este mayor riesgo estaba asociado a mujeres de más edad.
“Como la incidencia de accidentes cerebrovasculares relacionados con el embarazo está aumentando, podría explicarse por el hecho de que cada vez hay más mujeres que están retrasando su primer embarazo, cuando el riesgo de ictus es mayor”, ha explicado Joshua Z. Willey, uno de los autores del estudio.
En este trabajo analizaron los datos de todas las mujeres hospitalizadas por un ictus en el Estado de Nueva York entre 2003 y 2012; obtuvieron un recuento de 19.146 casos de las que un 4,2 por ciento (797) estaban embarazadas o acababan de dar a luz. De este modo, comprobaron que la incidencia general de accidente cerebrovascular durante o poco después del embarazo aumentó con la edad (46,9 por cada 100.000 en mujeres de 45 a 55 años frente a 14 por 100.000 en mujeres de 12 a 24 años).
Entre 12 y 24 años, franja de edad con más riesgo
Sin embargo, las mujeres del grupo más joven (de 12 a 24 años) que estaban embarazadas o acababan de dar a luz tenían más del doble de riesgo de ictus que las mujeres no embarazadas en el mismo grupo de edad (14 por 100.000 en mujeres embarazadas frente a 6,4 en mujeres no embarazadas).
Y para las mujeres de 25 a 34 años, el embarazo aumentó el riesgo 1,6 veces, similar al observado también en quienes no estaban embarazadas. “Hemos estado advirtiendo a las mujeres mayores que el embarazo puede aumentar su riesgo de apoplejía, pero este estudio muestra que su riesgo de accidente cerebrovascular parece similar a las mujeres de la misma edad que no están embarazadas”, ha añadido Eliza C. Miller, principal autora del estudio.
En cambio –ha añadido– en mujeres menores de 35 años el embarazo aumentó de forma significativa el riesgo de accidente cerebrovascular, ya que hasta uno de cada cinco eventos a esta edad se relacionaba con la etapa gestacional. De ahí que ambos autores se hayan propuesto comprender mejor las causas de esta relación.
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