Neurocientíficos del Instituto Pincower del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Estados Unidos, han identificado, estudiando un modelo de ratón de la
enfermedad de Alzheimer, las
regiones en el cerebro donde se presenta antes la
aparición de
placas amiloide. Además, han evidenciado que el grado de acumulación de amiloide en una de esas mismas regiones se
correlaciona fuertemente con la
progresión de la patología.
Mucho antes de que aparezcan síntomas como la pérdida de memoria, la patología subyacente del alzhéimer, como la acumulación de placas de proteína amiloide, ya está muy avanzada en el cerebro. Una
meta a largo plazo de los científicos ha sido
entender dónde comienza para que las
intervenciones futuras puedan
comenzar allí.
Muchos grupos de investigación han hecho
progresos en los últimos años al rastrear la trayectoria del amiloide en el cerebro usando tecnologías como la
tomografía por emisión de positrones y al observar los
cerebros post-mortem, pero el nuevo estudio presenta una visión imparcial de todo el cerebro.
Regiones clave para la memoria y la cognición
El estudio revela que el amiloide comienza su expansión en regiones profundas del cerebro como el
tabique lateral y el
subículo antes de abrirse camino a través de circuitos cerebrales específicos que finalmente lo llevan al
hipocampo, una región clave para la
memoria, y a la
corteza, región clave para la
cognición.
El equipo pudo ver de manera consistente que las placas primero surgieron en las estructuras profundas del cerebro y luego se rastrearon a lo largo de estructuras como el
circuito de memoria de Papez para diseminarse por todo el
cerebro a los 6-12 meses (la vida útil de un ratón es de hasta tres años).
El equipo también realizó experimentos para determinar si la acumulación de placas que observaron tenía consecuencias reales relacionadas con la enfermedad para las neuronas en las regiones afectadas. Una de las características de la enfermedad de Alzheimer es un
círculo vicioso en el que el
amiloide hace que las
neuronas se exciten con demasiada facilidad y la
sobreexcitación hace que las neuronas produzcan
más amiloide.
El equipo midió la excitabilidad de las neuronas en el cuerpo mamario de los ratones y encontró que eran
más excitables que otros ratones similares que no albergaban el conjunto de alteraciones genéticas.
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